Libros de ayer y hoy
-Favorecerá la no imposición de ISR (renta apátrida) a multinacionales
Les deseo una excelente semana, amig@s de Quadratín!
La reforma fiscal de Trump podría derivar en una guerra económica mundial por atraer inversiones y capitales que, a su vez, generará mayores resquicios para la evasión y elusión del Impuesto Sobre la Renta (ISR por sus siglas en México) por parte de las multinacionales.
En los últimos años, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) promueve una serie de medidas que pretenden combatir la erosión de la base imponible (Base Erosion and Profit Shifting – BEPS-) del ISR de las personas morales y el traslado de beneficios hacia paraísos fiscales.
Al decir de los especialistas de la OCDE, como consecuencia de la creciente movilidad del capital, de activos tales como la propiedad intelectual y de los nuevos modelos tecnológicos de negocio del siglo XXI, el fenómeno BEPS se ha convertido en un serio problema.
Si bien la recaudación del ISR de las sociedades (personas morales) se efectúa a nivel nacional -por cada país-, en los casos de actividades económicas transnacionales, la interacción entre los distintos sistemas arancelarios nacionales puede derivar en la imposición de dicho tributo en más de un país (doble imposición).
Aunque las actuales normas impositivas internacionales fueron confeccionadas para evitar tal situación -mediante la suscripción de convenios o tratados-, las mismas normas han facilitado, en algunos casos, la doble no imposición, pues la interacción de sistemas draconianos de diferentes países puede provocar resquicios o lagunas que impiden gravar la renta de las sociedades en una ubicación específica (renta apátrida).
Este problema afecta tanto a países desarrollados como a países en desarrollo y, según la propia OCDE, supone una elusión y evasión fiscal mundial de entre 100 y 240 mil millones de dólares estadounidenses al año.
Algunas estrategias de planeación fiscal de BEPS podrían ser ilegales, pero la mayoría no lo son. Sin embargo, el fenómeno de BEPS se beneficia habitualmente de normas obsoletas.
Desde 2014 los países del G-20 y de la OCDE colaboran con la finalidad de modernizar las normas impositivas internacionales para limitar los problemas de BEPS, a través de recomendaciones específicas.
El paquete BEPS de la OCDE/G-20 publicado en octubre de 2015 implica cambios en los convenios tributarios bilaterales (que se ajusten a las recomendaciones) y medidas legislativas nacionales.
El pasado mes de septiembre, ministros y altos funcionarios procedentes de 76 países suscribieron o manifestaron oficialmente su voluntad de adherirse al Convenio Multilateral para adoptar las medidas de prevención de BEPS, a fin de reducir las posibilidades de elusión fiscal por parte de las multinacionales.
No obstante, a últimas fechas apareció un nuevo factor mundial que vendrá a trastocar lo poco avanzado en la materia: la reforma fiscal de Trump para el presente año, particularmente por lo que se refiere a la disminución de la tasa del ISR corporativo del 35 al 21%.
Esta reforma es una suerte de reto al mundo que podría derivar en una guerra económica mundial por atraer inversiones y capitales con medidas fiscales mucho más complejas que la simple reducción de las tasas impositivas y que, seguramente, redundarán en la generación de nuevos y mayores resquicios para la evasión y elusión del ISR que deberían pagar las multinacionales.
Esto pasa siempre cuando un actor decide tomar medidas económicas por su cuenta –sobre todo si se trata del más poderoso del mundo-, desconociendo cualquier intento de generar algún orden mundial, por lo que al parecer se avecina una nueva Guerra Fría global, ahora económica.