Con sangre no parece Superman en tráiler
VENECIA, Italia, 31 de agosto de 2017.- «The Shape of Water» (La forma del agua) de Guillermo del Toro es una especie acuática de «La Bella y la Bestia», un cuento de hadas transgresivo sobre el amor de una mujer por una criatura escamosa de las profundidades amazónicas.
Como las mejores fábulas, está también arraigada a la vida real: la historia de una migrante del sur que enfrenta una recepción hostil en un país tan obsesionado con la seguridad como es Estados Unidos.
«Creo que la fantasía es un género muy político», dijo Del Toro el jueves en el Festival de Cine de Venecia, donde «The Shape of Water» tiene su estreno mundial. Es una de las 21 películas que compiten por el codiciado León de Oro, el máximo honor del evento.
«Los cuentos de hadas nacieron en tiempos de grandes dificultades. Nacieron en tiempos de hambruna, peste y guerra», añadió.
El filme, que combina elementos de cintas de monstruos con thriller noir y musicales de Hollywood, desafía las categorizaciones, aunque Del Toro hizo un intento al sugerir que es «como Douglas Sirk reescribiendo ‘Teorema’ de Pasolini con un pez».
Algunos críticos la califican como la mejor película de Del Toro desde «El laberinto del fauno”, de 2006. El Daily Telegraph la resumió como «una verdadera cinta de la serie B que te coagula la sangre y que también es, de alguna manera, un melodrama brillantemente serio e infinitamente hermoso». Screen International la calificó de «exquisita … del Toro en su momento más dulce y conmovedor».
Ubicado en Baltimore a principios de la década de 1960, el filme sigue a Sally Hawkins en el papel de Elisa, una huérfana muda que trabaja limpiando un laboratorio de alta seguridad. Elisa establece un vínculo con una criatura capturada que está en el centro de un enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
«Es una película ubicada en 1962, pero es una película sobre hoy en día», dijo Del Toro a los reporteros en una conferencia de prensa en Venecia. «Es sobre los problemas que tenemos hoy. Cuando Estados Unidos habla de ser grande de nuevo, pienso que sueña con un Estados Unidos que estuvo en gestación en el 62, un Estados Unidos que era futurista, lleno de promesa… pero que al mismo tiempo tenía racismo, sexismo, clasismo».
Del Toro dijo que la criatura, fluidamente interpretada por Doug Jones, es el único personaje sin nombre en la película porque representa «muchas cosas para mucha gente».