
Tecnología versus Libertad
A partir de 2018, la izquierda comenzó a gobernar en México. Desde entonces, el país ha vivido una serie de transformaciones que han permitido que muchas personas eleven su calidad de vida. La transformación iniciada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador ha sido abanderada por los ideales de la izquierda: La justicia social.
Aquel proyecto de bienestar que priorizaba las causas sociales fue identificado como La Cuarta Transformación de la vida pública de México. En este sentido, se ha buscado que las personas más desfavorecidas accedan a un piso mínimo de vida. Esto ha sido posible a través de una visión que prioriza a los más pobres, no sólo en discurso, sino en programas sociales y presupuestos.
La experiencia de la izquierda en nuestro país está ligada a acuerpar a las personas que durante los últimos 40 años fueron víctimas de las políticas neoliberales. Hoy el pueblo de México tiene la posibilidad de vivir en bienestar, lo que significa la posibilidad de acceder a más y mejores satisfactores de vida, como la canasta básica, medicamentos, zapatos para las infancias, apoyo a la población estudiantil y un largo etcétera.
Me atrevo a decir que la primera parte de la transformación desde la izquierda en México ha sido cumplida con éxito. Sin embargo, aún hace falta definir hasta dónde vamos a llegar con este segundo piso y los que vienen en el futuro. La izquierda en México aún tiene mucho por hacer y muros que derrumbar. Por ello, es necesario vislumbrar las vías por los cuales avanzaremos hacia la justicia social.
Una de ellas es reconocer que hay desigualdades que no solamente son económicas sino sociales, por ejemplo la desigualdad entre mujeres y hombres que impera en nuestro país y sobre todo en el Estado de México.
Esta desigualdad se expresa en la falta de oportunidades para las mujeres, pero también en acciones de violencia física y simbólica. Basta con decir que en nuestro país cada día son asesinadas más de diez mujeres por razones de género. Por esta razón, me atrevo a señalar que una de las vías para el futuro de la izquierda es reconocer, apoyar y acompañar el movimiento interseccional de las mujeres que buscan erradicar las estructuras que reproducen la desigualdad.
Como parte de un compromiso social, quienes integramos la Cuarta Transformación debemos ser sensibles al clamor de las mujeres en nuestro país, en los centros de trabajo, en nuestras familias, en la calle y el barrio. Su lucha también debe de ser nuestra lucha. De esta forma, lograremos que la igualdad abarque todas las dimensiones de la experiencia humana.