
¿Qué necesita Toluca para llegar a la final de la Liga MX?
TOLUCA, Edomex., 30 de abril de 2017.-Antonio Naelson Sinha ha estado ingresando de cambio al terreno de juego, sin embargo, su rodilla le duele, no lo permite jugar ni siquiera al 50 por ciento, la dignidad y nostalgia lo invaden pero disfruta sus últimos partidos en el futbol.
El tiempo no perdona, más de 600 partidos en primera división, cinco títulos con el Toluca, un mundial con México, este día el eterno 10, recibió un homenaje por parte de la directiva roja, en su último juego de local, solo le restarían la liguilla para colgar los botines.
Con más de cuatro décadas sabe que la fatalidad está cada vez más cerca, incluso se extendió más de lo esperado, en el centenario del club de sus amores quiere retirarse con un campeonato más, sabe que el tiempo se ha ido acortando y disfruta lo que resta.
«Siempre me gusta agradecer la confianza con trabajo, no soy de los que habla, sino siempre lo demuestro con hechos, no he podido entrenar al cien y es una falta de respeto para mis compañeros», ha sostenido el experimentado mediocampista.
Ante un pelotón de jugadores «el chaparrito» siempre llamaba la atención su calidad y cadencia iluminan el terreno de juego, quizás uno de los últimos enganches del balompié, aunque nunca imaginó jugar hasta esta edad tampoco ganar tantos títulos.
La afición toluqueña corea su nombre, el naturalizado mexicano agradece todo el cariño de la gente, en la cancha un crack fuera de ella un extraordinario ser humano que ahora planea su futuro junto con su esposa y sus tres hijos en el fútbol, pero en otra etapa.
En medio del césped su esposa y tres hijos lo aguardan, mientras la gente aplaude y entona su nombre en un estadio que luce casi llenó, sin duda formará parte de la historia del club y de la época más exitosa.
Su reconocimiento coincide en el partido con otro de las instituciones donde jugó, Querétaro, la afición que también avala su trayectoria, un profesional dentro y fuera de la cancha, la celebración cerrará con broche de oro cuando salte al campo.