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CHIMALHUACÁN, Edomex., 18 de enero de 2025.- La inseguridad sigue siendo una preocupación latente en Chimalhuacán, donde en los últimos meses se han registrado alarmantes cifras relacionadas con el delito de extorsión. Entre finales de 2024 y principios de 2025, al menos 25 personas han sido detenidas por este delito gracias a los operativos desplegados por las autoridades locales. Sin embargo, los comerciantes y residentes aseguran que el problema persiste, afectando gravemente a la economía y la tranquilidad de la población.
De acuerdo con estimaciones, Chimalhuacán ha registrado un incremento del 20% en denuncias por extorsión durante el último trimestre de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este aumento posiciona al municipio entre los de mayor incidencia en el Estado de México, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Las principales víctimas de estos delitos son comerciantes, quienes se ven obligados a pagar cuotas para evitar represalias o daños a sus negocios.
Uno de los puntos más críticos son los mercados municipales, donde el 35% de los locatarios ha reportado al menos un intento de extorsión en el último semestre. Este fenómeno también afecta a establecimientos comerciales en zonas de alta afluencia, como plazas y tiendas de conveniencia, generando pérdidas económicas significativas y un clima generalizado de miedo.
En respuesta a esta situación, las autoridades locales han implementado dispositivos como el Dispositivo Anti Extorsión y el Dispositivo a Comercio Seguro. Aunque estas estrategias han permitido la captura de 25 presuntos delincuentes, los resultados aún no son suficientes para revertir el panorama. Comerciantes entrevistados han expresado su escepticismo respecto a la efectividad de los operativos, señalando que la extorsión sigue siendo una práctica común y, en algunos casos, los delincuentes regresan tras ser liberados.
Por otra parte, el impacto psicológico en la población es preocupante. «Cada vez que llega alguien a pedir dinero, uno ya no sabe si es un cobro informal o una amenaza real. Vivimos con miedo», declaró un locatario de uno de los mercados más grandes del municipio, quien pidió anonimato por temor a represalias.
Mientras tanto, la población de Chimalhuacán enfrenta un desafío cotidiano: encontrar formas de protegerse ante un entorno marcado por la extorsión y otros delitos de alto impacto. Las detenciones recientes representan un paso en la dirección correcta, pero queda un largo camino por recorrer para devolver la seguridad y confianza a los habitantes de este municipio mexiquense.