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METEPEC, Edomex., 30 de mayo de 2025.- Frente al deterioro creciente de los ecosistemas mexiquenses, surge una pregunta fundamental: ¿cómo se recuperan los bosques dañados? La respuesta comienza a tomar forma con la Estrategia Estatal de Restauración Hidrológico-Forestal 2025, recientemente coordinada por la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque).
En una reunión virtual intermunicipal, representantes de los 125 municipios del estado, instituciones académicas, núcleos agrarios, organizaciones civiles y la Cruz Roja Mexicana se unieron para conocer a fondo esta iniciativa. El objetivo central: rehabilitar áreas forestales afectadas por incendios, plagas y enfermedades, mediante reforestación planificada y restauración de suelos.
Según explicó Alejandro Sánchez Vélez, Director General de Probosque, esta estrategia contempla más que la simple siembra de árboles.
“Estamos hablando de restaurar los bosques y los recursos hídricos de manera conjunta, con técnicas que mejoran la captación de agua pluvial y la retención de sedimentos. Es un enfoque integral”.
La restauración hidrológico-forestal no solo pretende recuperar biodiversidad y servicios ambientales, sino también fortalecer la captura de carbono y la regulación climática, vitales ante la crisis ambiental actual.
Sánchez Vélez subrayó que esta es una tarea de largo aliento, que requiere una participación activa de todos los sectores, pues “proteger el bosque es proteger el futuro”.
El respaldo institucional también se hace presente con la participación de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf). Su Directora General, Alma Diana Tapia Maya, destacó que la restauración forestal implica un compromiso serio y sostenido.
“¿Cómo se recuperan los bosques? Con planeación, conocimiento técnico, voluntad y visión de futuro. No basta con sembrar árboles, hay que acompañar todo el proceso”.
Asimismo, llamó a los técnicos-operativos de los municipios a organizar jornadas de reforestación, establecer calendarios con base en el balance hídrico local y asegurar el seguimiento de las plantaciones.
La implementación de esta estrategia representa un paso firme en la reconstrucción ecológica del Estado de México, al integrar a comunidades, al gobierno y a expertos en un esfuerzo coordinado. La respuesta a cómo se recuperan los bosques dañados no es sencilla, pero ya se construye a través de alianzas y acciones concretas que buscan restaurar no solo la vegetación, sino también el equilibrio ambiental de la región.