
Acumulan municipios del Edomex millonaria deuda por uso de agua
CHICONCUAC, Edomex., 27 de enero de 2025.- Un inusual caso de robo ha generado conmoción en este municipio luego de que elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) detuvieran a una oficial de la policía municipal como presunta responsable del hurto de efectivo en la tesorería local. La detenida afirmó que actuó bajo órdenes de una llamada telefónica que supuestamente provenía del contralor municipal.
El incidente ocurrió en la oficina de la tesorería, ubicada en la colonia San Pedro. Según las autoridades, María “N”, de 46 años, violentó las cerraduras de las oficinas para sustraer dinero en efectivo, el cual posteriormente entregó a un desconocido en la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.
¿Órdenes legítimas o montaje?
La detenida aseguró que recibió una llamada en la que un hombre, identificándose como el contralor municipal, le ordenó abrir las oficinas de la tesorería y sacar el efectivo. Según su testimonio, el supuesto contralor le indicó que debía abordar un taxi de aplicación y trasladarse a la Ciudad de México para entregar el dinero a un hombre no identificado. Tras realizar el encargo, la oficial regresó al municipio en el mismo vehículo y retomó sus funciones en el palacio municipal.
La intervención de las autoridades
El caso fue detectado gracias a la intervención del comisario local, quien solicitó apoyo de los efectivos estatales al percatarse del hurto. Los elementos de la SSEM llegaron al lugar y verificaron que las cerraduras de las oficinas de la tesorería estaban violentadas.
A petición del comisario, los agentes detuvieron a la oficial y la trasladaron a la Agencia del Ministerio Público. Allí se inició una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y determinar si la llamada fue realmente efectuada por un funcionario municipal o si se trató de un fraude elaborado para encubrir el robo.
Línea de investigación: modus operandi conocido
Expertos en seguridad señalaron que este caso podría estar relacionado con un modus operandi recurrente en el que personas externas se hacen pasar por funcionarios públicos para cometer delitos. Este esquema incluye llamadas falsas a empleados municipales o corporativos con instrucciones que parecen legítimas, pero cuyo objetivo es desviar recursos o bienes.
“Lo que llama la atención es cómo una oficial experimentada cayó en este esquema sin verificar la autenticidad de las órdenes. Esto nos habla de la falta de protocolos de seguridad interna”, opinó un especialista en delitos administrativos.
Medidas de control en cuestión
El caso ha abierto interrogantes sobre la seguridad interna del municipio y la vulnerabilidad de sus procesos administrativos. Además, ha puesto en el centro del debate la necesidad de establecer protocolos claros para verificar la autenticidad de órdenes emitidas por altos funcionarios.
Mientras tanto, las autoridades investigan si el dinero sustraído fue entregado a un cómplice que opera en coordinación con otros actores. Asimismo, se busca al conductor del taxi de aplicación, quien podría aportar información clave para esclarecer el destino del efectivo.