
Entrega Delfina Gómez uniformes y armamento a Policía de Chimalhuacán
A pesar del discurso de libertad promovido por el modelo neoliberal, en la práctica, esta libertad se ha convertido en un privilegio selectivo. El presente análisis examina cómo el neoliberalismo ha deformado el concepto de libertad, convirtiéndolo en un instrumento para legitimar desigualdades estructurales, evasión fiscal, explotación laboral y degradación ambiental.
El neoliberalismo ha llevado a cabo un secuestro semántico del concepto de libertad. En la retórica dominante, la libertad se presenta como un derecho universal; sin embargo, en la práctica funciona como un privilegio de clase. Este fenómeno ha construido una jaula invisible que mantiene a la mayoría de la población excluida del ejercicio efectivo de sus derechos fundamentales.
Explotación laboral y evasión fiscal:
Según INEGI el 26.1 por ciento de la población ocupada en el país trabaja más de 48 horas a la semana, lo que vulnera sus derechos y bienestar, mientras el SAT ha Identificado montos significativos de evasión fiscal por parte de grandes empresas: La libertad neoliberal es selectiva.
Empresas como Elektra, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, ofrecen sueldos mensuales de aproximadamente $5,200 MXN (cifra equivalente al 80 por ciento del salario mínimo mensual), al mismo tiempo que enfrentan señalamientos por evasión de miles de millones de pesos en impuestos, según informes del SAT y Oxfam México (2021).
Concentración de la riqueza:
El 10 por ciento más rico de la población mundial posee aproximadamente el 76 por ciento de la riqueza global (World Inequality Database, 2024). En México, el 10 por ciento más acaudalado controla el 79 por ciento de la riqueza nacional (El País, 2023). Esta desigualdad extrema no sólo profundiza la pobreza, sino que amenaza la estabilidad social y los derechos humanos.
Acceso desigual a la salud:
A pesar de que la salud es un derecho constitucional (Artículo 4º de la Constitución), sólo el 22 por ciento de la población mexicana cuenta con seguro médico privado. El resto depende de instituciones como el IMSS, el cual enfrenta un déficit de al menos 15,000 médicos, lo que limita gravemente su capacidad de atención (INEGI, 2023; IMSS, 2023).
El neoliberalismo también protege prioritariamente los derechos de inversión de corporaciones transnacionales por encima de las comunidades:
En 2020, la empresa minera canadiense First Majestic demandó al Estado mexicano por 500 millones de dólares ante el CIADI, luego de que comunidades de San Luis Potosí impidieran la explotación del agua local.
Otras demandas similares incluyen:
Estas disputas reflejan cómo los tratados internacionales favorecen los derechos corporativos por encima de los derechos colectivos, medioambientales y soberanos.
Los códigos jurídicos internacionales han contribuido a esta jaula invisible al definir el derecho desde una perspectiva formalista, muchas veces alejada de la equidad, la justicia y el bien común. Manuel Pérez Rocha (La Jornada, 2021-2022) propone que las relaciones comerciales deben supeditar los derechos corporativos a los derechos humanos —económicos, sociales, culturales y ambientales—.
Entre las acciones necesarias para democratizar el ejercicio de derechos y desmontar los privilegios neoliberales se destacan:
La jaula invisible no puede romperse con discursos vacíos, sino con evidencia empírica, reformas legales y organización colectiva. La libertad y la justicia no pueden ser privilegios; deben ser condiciones universales y colectivas. Inspirándonos en el planteamiento filosófico de John Rawls, quien propone pensar la justicia desde una “posición original” —sin saber en qué lugar nacerás dentro de la sociedad—, se sugiere un modelo de equidad basado en la empatía, no en el privilegio. Así, la verdadera justicia no consiste en pensar desde donde estás, sino desde donde podrías haber estado.