La Polémica | El Chiquillo Solís, hace oídos sordos
De entrada, Josefina Vázquez Mota luce radiante, optimista, pero de ninguna manera confiada. De manera sólida hace personalmente los acuerdos políticos y los amarres con líderes regionales, estatales, nacionales. No deja nada a la improvisación. Sabe, siente, como todo el panismo, que tiene ante sí, la oportunidad histórica de cambiar la estafeta política en el Estado de México.
Se nota segura de su propio tejido político, aunque hay que reconocer que es muy cautelosa. Será que reconoce que en su pasada campaña presidencial hubo factores que se le salieron de control, con los resultados ya conocidos.
En el Estado de México seguramente no le va a pasar lo mismo. Hay evidencias claras de que su operación política camina de manera eficaz.
El ex aspirante, Juan Carlos Núñez Armas y Laura Rojas -que ya declinaron a su favor-, serán parte fundamental en la campaña que viene hacia la gubernatura del Estado de México.
El ex alcalde de Toluca se perfila para ser figura en el área de campaña de tierra y operación sin candidato, mientras que la senadora como protagonista, vocera de la campaña y de la propia Josefina.
El ánimo blanquiazul en el Estado de México se nota muy positivo, optimista, pero tienen claro que la batalla de aquí a los comicios de junio será intensa, tensa y aguerrida.
Es de esperarse que si alcanza la unidad, las señales políticas de todos los grupos lleguen pronto.
Por cierto, los alcaldes de Naucalpan y Huixquilucan, Edgar Olvera y Enrique Vargas, no dejarán sus respectivas presidencias municipales, pero nadie duda que son hombres muy cercanos a la precandidata.