
Perdón versus humillación
Para mis alumnos
Estamos en plena era de la comunicación, todos necesitamos estar en comunión con el otro o los otros, y más los poderes del Estado Mexicano.
El poder legislativo, el poder ejecutivo y ahora los integrantes del judicial todos necesitan informar, no se concibe el ejercicio de sus funciones sin este elemento.
Pero en especial los gobiernos municipales son los que están llamados a tener más contacto con la población, porque son lo más cercano a la misma. Son su primer referente, el qué primero se entera de sus problemáticas y al que se exige su solución.
Los representantes populares también, se deben a la ciudadanía y a ella deben enviar sus mensajes y recibir lo que venga de vuelta, en un proceso de retroalimentación. Aquí deben cerrar bien el círculo.
Sin embargo, esto ha generado una serie de excesos en todos los niveles de gobierno y los poderes. En todos los partidos, no solo en alguno en particular, no me gusta generalizar, pero hay excepciones.
En el ámbito de la política, al igual que lo que se vive ahora en la sociedad, hay mucha basura informativa, lo que nos contamina y genera polución para poder ver la realidad.
En España Gustavo Bueno (1993) definió a la Telebasura; “conjunto de programas televisivos de contenidos zafios (groseros, burdos, ordinarios) y vulgares", para referirse al sensacionalismo y la falta de contenido cultural.
Aquí en México podemos hablar del Contenido Basura en Redes, a ese que se genera de manera vacua, vulgar y sin importancia que las inunda.
Por otra parte, en lo que respecta a los gobiernos municipales, las oficinas de comunicación social, que en sentido estricto deben comunicar al ejecutivo local con la comunidad, han dejado de hacerlo.
Y lo que ahora tenemos (mayoritariamente) es una serie de oficinas de comunicación política basadas en la mercadotecnia.
Es decir, tienen una intencionalidad: la de incidir en el Espacio Público y la Opinión Pública, dicho por Habermas (1962) en ese momento, ahora es a través de sus publicaciones, videos y “post”.
Por lo que contratan medios relevantes, para que los entrevisten, aunque no exista una vinculación de lo que dicen en micrófonos o videos con la realidad.
Así nos enteramos qué dieron, que regalaron, con quién se tomaron fotos, que estuvieron en tal o cual escuela o colonia, pero desconocemos si en verdad hicieron algún acto de gobierno.
Por si fuera poco, “las ferias”, que las hay de todo, desde la michelada, la torta, el dulce cristalizado o lo que usted se imagine, han sustituido en muchos de los casos a las obras de gran magnitud.
Por lo que, hasta hace algunos meses a los gobiernos locales, poco les importaba y contrataban algún cantante de narcocorridos con tal de qué llenara su “recinto ferial” (esto en todo el país).
Afortunadamente cada vez son menos los cantantes de este perfil que llegan al Estado de México.
Pero lo que sigue estando de fondo es la falta de acciones y políticas de gobierno, qué es de lo que deberíamos de estar hablando.
Las oficinas de comunicación se han olvidado de su objetivo primigenio: comunicar con la sociedad las acciones de gobierno y, se han dedicado a comunicar para la prevalencia del Poder; en algunos casos al costo que sea, así sea una “selfie”, con los malos de la colonia o el “sindicato que somete”, ya ha pasado.
Necesitamos buenos gobiernos, que en verdad trabajen y que comuniquen bien, porque hay los que trabajan, pero no informan.
El conservar el Poder para su grupo político, se puede dar, haciendo las cosas bien; de cara a la ciudadanía.
Es posible todo. ¿O usted que piensa amigo lector?