
Frida Kahlo,imagen a través del tiempo. El contagio de la insatisfacción ¿pandemia en la burbuja del arte?
Vecinos de Cuautitlán Izcalli denuncian que una obra impulsada por AMLO, a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, a un costo de cien millones de pesos, está convertida en un muladar.
Se trata del Parque El Ágora, construido en Santa María Guadalupe Las Torres, la cual fue edificada sobre un terreno que funcionaba como tiradero de basura a cielo abierto, pero la falta de mantenimiento y el descuido de los gobiernos tanto municipal como estatal y aún el federal, así como la indolencia de los propios vecinos, ha generado que el inmueble regrese casi a sus orígenes.
La obra fue construida en 2021 y el gobierno municipal se comprometió a darle mantenimiento, pero al cabo de tres años los vecinos dan cuenta del abandono en el que se encuentra y lamentan la ironía de la historia, porque este predio fue recuperado para fomentar la convivencia familiar y vecinal, pero ahora está en el más completo abandono, con hierba crecida, instalaciones en el abandono y sin nadie que se preocupe por el lugar. Los habitantes de la comunidad no se acercan porque se ha convertido en sitio de drogadictos y malvivientes.
Pedro Moctezuma Barragán pasará a la historia por dos razones: se convirtió en el primer titular de una secretaría gubernamental destinada a estudiar, analizar, atender y resolver los problemas derivados del agua.
Pero también pasará a la historia porque sus ocurrencias ya le costaron al estado un año de parálisis, un año en donde no ha pasado del discurso y de las buenas intenciones como aquella de resolver el problema del agua a través de la cosecha pluvial o el rescate de los humedales. Sí, es cierto, son buenas intenciones pero a muy largo plazo, no es algo que vaya a resolver el problema en meses, como quieren los mexiquenses afectados por la falta de líquido en sus hogares.
Hace un año anunció la recuperación de los humedales durante una visita que realizaron al Parque Sierra Morelos, en Toluca, y en cosa de unos meses ese humedal que tanto presumió se secó. Así de ese tamaño son sus promesas.
Ahora anunció un plan federal para restaurar y sanear al Río Lerma, pero ese plan tardará años, si no es que decenios para que sea una realidad, porque son muchos factores los que intervienen, desde las descargas residuales de los municipios por los que atraviesa, hasta la descarga de las aguas, sin tratar de las industrias y el colmo es que se ha convertido en un vertedero de desechos.
Nos leemos la próxima.