La Polémica | A 10 días, robos y saqueos en ayuntamientos
Este miércoles 7 de junio, vence el plazo que la ley marca para presentar el conteo definitivo de los votos de la jornada electoral, del pasado domingo 4 en el Estado de México. Hasta ahora la ventaja del priísta Alfredo del Mazo, aventaja con el 29.81 por ciento, lo que significa un millón 955 mil 347 votos.
No cabe duda que la operación electoral, del PRI en este caso, fue con precisión milimétrica. El 2.12 por ciento de sufragios que captó Teresa Castel, la candidata independiente, es nada más y nada menos que la ventaja que le saca el Revolucionario Institucional a Morena.
En el caso de Óscar González Yáñez del Partido del Trabajo (PT), se entiende, o al menos eso dicen, que no logró desviar todos sus votos hacia Morena y él se quedó con el 1.6 por ciento de los sufragios, además de generar un seria confusión entre sus adeptos, pues muchos cruzaron las dos siglas en la boleta.
A simple vista, a la luz de los resultados, el PT o González Yáñez terminaron siendo un caballo de Troya en Morena.
Esta suma del Partido del Trabajo más los votos de Teresa Castel, quizás sería no relevante, sino sólo un registro para la historia, pero resulta que los sufragios nulos que reporta el IEEM son justamente el 3 por ciento de lo captado.
¿A qué nos lleva esto?, simple y sencillamente nos demuestra que ante el panorama dificilísimo que enfrentaba el PRI, los diseñadores de la operación electoral, actuaron con precisión inaudita. No se les pasó la mano y hay que decir, que lo que no está prohibido por la ley, está permitido. La estrategia les funcionó, aunque nadie puede negar que los del tricolor vivieron momentos de zozobra, salvo aquellos que sabían lo que habían armado.
Y es que el domingo, al transcurrir de las horas, muchos operadores priístas estaban nerviosos, pero en su búnker el candidato Alfredo del Mazo siempre mantuvo la calma.
Ahora, hay que decir que la actitud de Andrés Manuel López Obrador, ha sido excepcional, firme, pero mesurado y seguro de que no llamará a la violencia, porque después de este descontón, como él lo llama, sus bonos quedaron muy elevados rumbo a la contienda del 2018, por la presidencia de la República.
En la ruta jurídica, la única forma que tiene Morena de que se le cumpla el recuento del voto, por voto, casilla por casilla, es que en el conteo final del Instituto Electoral del Estado de México, la ventaja del Partido Revolucionario Institucional se reduzca a menos del uno por ciento. Su principal esperanza radica, en que demuestre que los votos nulos no son tantos y ciertamente, por lo anteriormente planteado, eso parece muy difícil.
Hay que reconocer que la sensación social es de escepticismo, en un alto porcentaje de incredulidad. La gente percibe como que “a Morena se la robaron”.
Por eso será relevante el PRI y Alfredo del Mazo, dejan de manera real una verdadera reconciliación social, porque en las calles los militantes tricolores son sádicos en sus burlas hacia los merenistas que expresan su coraje.
La victoria fue apretada, parece irreversible. Y ojalá también en materia de comunicación social, el equipo que estará por entrar al gobierno haya tomado nota de que los llamados medios nacionales en los que se cobijó, le regatearon el reconocimiento y atizaron a las dudas que ya de por sí eran muchas en territorio mexiquense.
El fortalecimiento de todos los segmentos y la cohesión de todas las fuerzas, sin duda es lo que sigue.
Ya veremos la ruta que toman después de que se supere y culmina este proceso.