Libros de ayer y hoy

ONU. Si la solidaridad falla, hay que reforzarla

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El concepto solidaridad se reforzó en las últimas dos décadas, cuando la Asamblea de la Organización  de las Naciones Unidas (ONU), creó El Día Internacional de la Solidaridad el 22 de diciembre de 2005 bajo la resolución 60/209 (PDF) y lo fijó para el 20 de diciembre de todos los años. Paralelamente creo el Fondo Mundial de Solidaridad bajo resolución 57/265 (PDF) para enfrentar la pobreza de los países más desvalidos. La propuesta de solidaridad fue muy amplia e incluía e incluye la unidad en la diversidad, el respeto a los acuerdos internacionales, debates para promover el desarrollo sostenible y sobre todo, poner énfasis en las formas de como enfrentar la pobreza. Diecinueve años después el concepto circula en todos los países del mundo, incluso encabeza infinidad de programas y proyectos. El diccionario lo define como  “1.- Comunidad de intereses y responsabilidades 2.- Adhesión circunstancial  a la causa de otros”. Y el diccionario de sinónimos y antónimos, en la equiparación de  “Unión, apoyo, respaldo, ayuda, favor, defensa, protección, adhesión, amor, identificación” ¿En la práctica se aplicará todo ésto?  

LA ONU HA DADO SOLIDARIDAD CON LA VIDA DE MUCHOS DE SUS MIEMBROS

La solidaridad que impulsa la ONU falla a veces, no por la estructura general que la sostiene, sino porque la actuación de varios países, los más poderosos, lo evita. Y lo hemos visto en la agresión cotidiana de Netanyahu en Palestina, donde la ONU ha ofrendado la vida de muchos de sus miembros que estuvieron en los lugares del ataque, para defender a la población. Deben reconocerse esas pérdidas como una ofrenda valiosa del propio organismo. Pero a los enemigos, a los destructores como el israelí esa situación no los conmueve. Su intención  es vengar una agresión que se produjo como respuesta a las muchas agresiones anteriores de ese país a los palestinos. No se justifica la postura de Hamas al respecto, pero se entiende. A la par que el mundo observa que la elemental solidaridad que fundamente la vida, sobre todo en niños y en enfermos, ha sido borrada de cualquier intención de los asesinos.

LA SOLIDARIDAD SE BORRA DE LOS PROYECTOS DE LOS PODEROSOS

La falla del concepto se puede observar llanamente, en las palabras diarias con las amenazas de Donald Trump, aún antes de tomar posesión de la presidencia. Lanza una serie de amenazas  sobre la seguridad económica de los países, sobre todo de México y Canadá y fija el  enriquecimiento del suyo en lo que pueda arrancar de sus  vecinos. Cuando en todos los países se precisa la solidaridad sobre todo en la seguridad y  las relaciones económicas, el próximo ocupante de la casa Blanca exhibe su absoluta falta de solidaridad hacia los que no sean de su país. Incluso a muchos de éstos que siendo de otros países viven  y trabajan en él y dan  un servicio inigualable a toda esa nación, la insolidaria actitud de Trump se cifra en expulsar a la gran mayoría. Ante esa negativa a los principios acuñados por la ONU, cuya ausencia también se ve en países que apoyan  a Estados Unidos, solo queda el reforzamiento interno de esa solidaridad que en el caso nuestro se trata de reforzar en sectores más pobres o minusválidos, con pensiones, becas, apoyos diversos y en leyes que ratifican derechos fundamentales de indígenas y afromexicanos.