Libros de ayer y hoy
Hermanitos
Los hermanitos González Yáñez están de regreso. Pese a que su aportación a la vida democrática mexicana ha sido nula y, en algunos episodios, hasta dañina, Alejandro y Óscar -este último etílico local- quieren el poder total en sus nuevo cargos. Alejandro será el líder de la bancada petista en el Senado, mientras que Óscar, que quería serlo en la Cámara de Diputados, tendrá que aguantarse, pues no permitirán que los hermanos dirijan el rebaño petista en ambas Cámaras.
Pese a ello, Oscarín asegura que él será el coordinador de facto de los petistas en San Lázaro, cosa que ya levantó la ceja de muchos de los nuevos diputados del PT, pues saben bien que al mexiquense el trago, la vida de rico y el dormir en las curules son sus aportaciones “políticas” al país; amén de la doble cara que ha mostrado en los últimos años con respecto a AMLO, a quien en privado califica de todo menos de democrático, pero en público es, para González, el salvador de la patria.
¿Y los responsables, apá?
Muchas años después de ser un secretao a voces, las autoridades mexiquenses reconocen que el ISSEMyM está quebrado. Que no tiene lana para casi nada, y que la ley que aprobó en torno a las pensiones tarde o temprano iba a tener que aplicarse por falta de billete.
El problema es lo que no quieren decir las autoridades sobre quién quebró al Instituto. ¿Quién le metió la mano, o hasta el codo, y desde cuándo?
Alfredo Del Mazo lo sabe bien, pues durante algunos años, desde la Cámara de Diputados federal, se encargó de administrar e inyectar más recursos al Estado para salvarles la cabeza a varios pillos que defenestraron al ISSEMyM. Los nombres y hombres los sabe perfectamente el Gobernador que debe de actuar de inmediato para que el peso de la ley caiga sobre esos vividores. ¿Se atreverá a aplicar la justicia o le entrará lo AMLO de perdonar al ladrón?
Le quieren echar al borrego entero.
En Capulhuac, la amenaza, nada legal y peligrosa, de linchar al alcalde Eduardo Nery, crece. El retraso en las quincenas de decenas de trabajadores ha sido la constante en esta gris, turbia y maloliente administración. Algunos trabajadores han externado su deseo de sacar de la mismísima oficina de Presidencial al alcalde, bajarle los calzones y agarrarlo a cinturonazos – de menos- o darle una calentadita por jugar con sus quincenas y las estabilidad de su familias por caso tres años. La mala es que el edil nunca está en su oficina, no se sabe si por miedo, o porque cree que sigue becado.
¿Pues no que eran los meros salsas?
Perredistas del Valle de Toluca, medio peinados y todavía zangoloteados por la estrepitosa derrota de julio, pidieron una renovación de la dirigencia perredista y volver a su orígenes. Aunque las risas no pararon en esta conferencia en la que estuvieron, entre otros, los hermanos Medinas. Gabriel, el actual regidor, tan gallito y soberbio hasta antes del primero de julio, ahora se le vio chiquito y arrinconado.