
¿Qué hacen las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia en México?
Desprestigio naranja
Si un partido político, junto con el PT, ha chupado sangre y hecho retroceder a la democracia en el país; ha jugado con los recursos públicos y enriquecido a sus líderes – la mayoría analfabetas democráticos y reyezuelos meshicas- es, sin duda, Movimiento Ciudadano.
Su única aportación a la sociedad ha sido el de dar temas musicales bananeros, populacheros y ahora éxitos en antros y bares, en la época electoral.
Movimiento Ciudadano es parte de la historia enana de la democracia mexicana. Mucho daño ha hecho al desarrollo del país, este movimiento que ni es ciudadano, ni es movimiento.
Dante Delgado, su líder, es uno de los empresarios más peligroso para la democracia del país. Su reinado lo ha hecho acostarse, lo mismo que con partidos de izquierda, de derecha, de centro, y defender banderas radicales, ultraconservadoras y hasta mesiánicas.
Hoy se aferra a un Frente (junto con el PRD y el PAN), al que poco o nada aporta, sino tonaditas lamentablemente pegajosas que fomentan el nivel de competencia para la diversión del respetable. Mal anda el país con partidos vividores como éste que no desaparecen. Y la culpa no es del indio, sino de partidos y ciudadanos que siguen el juego de Movimiento, y le echan oxígeno a su lúgubre actividad política.
Que cante el niño, que todos nos riamos. Al fin y al cabo, en este país, todo está permitido, hasta que exista Movimiento Ciudadano.
Garañón bronco.
Y si de vividores hablamos, ni hablar del PT, y su beodo dirigente Óscar González. Hoy, el líder del pueblo metepequense le juega las contras, otra vez, al “compañero Andrés Manuel”, y ha echado a andar la maquinaria para ir contra MORENA en su municipio, pese al acuerdo nacional entre las dirigencias para caminar abrazados en la contienda de julio.
González anda molesto porque le arrebataron la candidatura a la senaduría. Y cómo no, si ya una vez le perdonaron sus “cosas”, con un fuero federal cuando, como diputado, babeaba la curul; sólo que ahora, ya nadie quiere defenderlo. Lo ven quemado, achicado y sin fuerza.
De ahí que, un día sí, y otro también, llore por los rincones y mueva sus piezas para hacer ganar, otra vez, al PRI.
De salida.
El que está a punto de salir del bote es el ex alcalde de Naucalpan, David Sánchez. Lo metieron al tambo por un desvío de recursos, y la vida de rey que se daba el angelito aunque, la verdad, también lo llevaron a la sombra, por mero enfrentamiento entre su persona y la del ex gobernador Eruviel Ávila. Hoy que todo lo que huela al ecatepequense, es repudiado por el actual gobierno, la salida del de Naucalpan, podría hacerse realidad, pues los hombres que lo entambaron, ya dejaron de mandar en el Estado. ¿La misma suerte podría correr Emir Garduño, otro de los presos del eruvielato?
La invitada incómoda.
En el PRI se preguntan ¿A quién carambas se le ocurrió invitar al partido a Mónica Fragoso, la cuñada del panista venido a menos, pero a menos, menos Juan Carlos “La muñeca” Núñez Armas? Si la jugada es restarle a Fernando Zamora, alcalde de Toluca, le han hecho un gran favor al actual líder. Si quien recibía cascajo era MORENA. Pues qué le pasó a los del PRI.
Reelección en puerta.
Si un alcalde panista puede reelegirse es el de Huixquilucan, Enrique Vargas del Villar. Las encuestas y buena parte de la gente no ve mal que el edil repita en el cargo. Ya dijo que quiere y puede. ¿Quién puede ser el valiente que le dé batalla en la tierra que fue gobernada por el actual gobernador?