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WASHINGTON, EU, 15 de marzo de 2017.-El aspirante a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que se pronuncie contra los decretos del presidente Donald Trump para construir un muro en la frontera con su país y endurecer las políticas de arresto y detención de inmigrantes.
El abanderado del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) dijo que recogió 12 mil firmas para pedir a la CIDH la emisión de medidas cautelares a favor de inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos afectados por la política migratoria de Trump. También introdujo una queja ante el sistema interamericano de derechos humanos.
«Procedemos legalmente ante la ausencia completa del gobierno mexicano», dijo en conferencia de prensa. El presidente mexicano Enrique «Peña Nieto está actuando de manera sumisa y sin hacer valer los derechos humanos de los migrantes».
López Obrador dijo que enviará el miércoles una carta a las Naciones Unidas, cuya sede no pudo visitar la víspera debido a la tormenta invernal que azotó a la Gran Manzana.
El abogado Netzaí Sandoval, quien viaja con López Obrador, dijo que en sus dos solicitudes ante la CIDH alega que las políticas migratorias estadounidenses violan los derechos a la no discriminación, la unificación familiar, el acceso a la justicia, la propiedad privada y al salario de los inmigrantes, protegidos por legislación internacional.
Sandoval especificó que pidió medidas cautelares para 30 inmigrantes de México y Guatemala y adelantó que podría solicitar más en el futuro.
The Associated Press pidió un comentario al órgano adscrito a la OEA, sin obtenerlo de inmediato.
El organismo tiene la facultad de emitir este tipo de medidas para solicitar a un Estado que prevenga daños irreparables a personas en situación de riesgo.
El excandidato presidencial en 2006 y 2012 ofreció una conferencia de prensa en la capital estadounidense al final de una gira que lo llevó a reunirse con inmigrantes mexicanos en Los Ángeles, Chicago, El Paso en Texas y Phoenix en Arizona.
Allí criticó duramente a Peña Nieto, a quien acusó de haberse «dejado sobajar» durante una llamada telefónica que sostuvo en enero con Trump, cuyo gobierno calificó como «neofascista» por achacarle a los inmigrantes los problemas de la economía estadounidense.
López Obrador se mostró convencido de que la renegociación del Tratado Comercial de América del Norte no comenzará antes de que los mexicanos escojan a su próximo mandatario en julio de 2018, porque «tanto en Washington como en México, en palacio las cosas caminan despacio». Agregó que de llegar a Los Pinos buscará una relación «respetuosa, de amistad y cooperación» con su vecino del norte.
Al comienzo de esta semana un pequeño grupo de activistas que pedía justicia por la desaparición forzada de 46 estudiantes en el sur de México interrumpió la reunión del también exalcalde de la capital mexicana con inmigrantes en una iglesia de Manhattan. López Obrador calificó el miércoles el incidente como un acto de provocación lamentable. «El reclamo tiene que ser a Peña (Nieto) y a las fuerzas armadas, no a nosotros. Es una gravísima confusión».