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CIUDAD DE MÉXICO, 26 de agosto de 2017.- El cacao, un fruto muy preciado en la cultura Maya, se asociaba con el inframundo, debido a que las mejores condiciones para su crecimiento son bajo la sombra, señaló el científico Tomás Pérez Suárez, del Instituto de Investigaciones Filolológicas de la UNAM.
Destacó que simbólicamente, el maíz se asocia con lo diurno o el mundo de arriba, porque crece con radiación solar, mientras que el cacao con lo nocturno, pues se desarrolla a la sombra de un árbol protector que se conoce como cacahuananche, dio a conocer Notimex.
Pérez Suárez, quien también pertenece al Centro de Estudios Mayas, señaló a UNAM Global que la palabra original de cacahuananche sería cacáhuatl (cacao) y nantzin (madre), así, su nombre significa la madre del cacao.
En el pensamiento mesoamericano no existe esa dicotomía como en el occidental de que lo diurno es bueno y lo nocturno es malo, son complementarios, es muy común que se encuentren en vasijas personajes que se han identificado como una deidad del cacao, apuntó.
«Existe poca información de cómo se usaba el cacao en los rituales mayas, pero por el contexto narrado en recipientes de barro lo vemos sobre todo en contextos funerarios», afirmó.
De acuerdo con el arqueólogo, existen al menos 22 especies de cacao, donde la gran mayoría se encuentran en el norte de la amazonia y el río Orinoco, entre Venezuela, Colombia, Ecuador y una parte de Brasil. En Mesoamérica, existen sólo dos variedades, el theobroma bicolor y el theobroma cacao, éste último es el que se comercializa mundialmente.
Los mayas fueron los primeros en domesticar este fruto y posiblemente lo expandieron por toda esta región hasta llegar al altiplano de Teotihuacán, regularmente, esta planta crece en zonas tropicales húmedas, no se da en tierras altas, razón por la que era tan preciada entre los mayas, explicó el investigador universitario.