Un mes y PGJEM no detiene a feminicida de Naucalpan

NAUCALPAN, Edoméx., 26 de octubre 2016.- Hace un mes, la sociedad despertó con la lamentable noticia del hallazgo de los cadáveres de dos mujeres, uno era de Karen Rebeca Espinoza de los Monteros, el otro de Adriana Hernández; su homicida aún sigue libre.

Ambas desaparecieron el 22 de septiembre, en redes sociales la familia de Karen Rebeca de 19 años, se volcó en solicitar ayuda para su localización, mientras que la exigencia de justicia en el caso de Adriana de 52 años, fue menor.

El 25 de septiembre habían sido encontrado ambos cuerpos, presentaban ya estado de descomposición, los habían abandonado en maletas al interior de un cuarto rentado en una vecindad de la colonia El Tejocote en Naucalpan.

La indignación y reclamo social se volcó a las calles, la Procuraduría General de Justicia del Estado reaccionó informando que las primeras investigaciones apuntaban a un hombre, trabajaba como franelero en el mismo lugar donde laboraba Karen Rebeca y habían tenido una discusión días previos a la desaparición.

La manifestación en redes sociales, marchas convocadas llevaron a las autoridades mexiquenses a ofrecer una recompensa de 500 mil pesos para quién aportara información que concluyera con la detención de Fernando González García… pero sigue prófugo.

Quadratín Estado de México buscó a las familias de ambas víctimas, se mantienen bajo reserva de comentar sobre el caso, las autoridades les han asesorado en no decir nada pues “eso entorpecería las investigaciones”.

El caso sigue impune, hay un rostro del presunto responsable, la evidencia ha sido manejada bajo reserva, los días transcurren, y aunque las autoridades aseguraron que hay tres grupos de policía ministerial en el caso, no hay avances.

Apenas el 24 de octubre, otra niña de 16 años, Luz Estrella, fue localizada muerta en Chalco, desapareció el 22 de octubre, sin embargo de ella, por ser de otra región del Estado, las autoridades no tienen pistas y no han emitido una recompensa como lo hicieron con el caso de Naucalpan.