
Celibidache contra el mundo grabado
Creando cambios de pensamiento a través de la sustentabilidad
El 5 de junio de 1974 se convirtió en uno de los momentos más importantes en el calendario oficial de la Organización de las Naciones Unidas, ya que a partir de esa fecha se fomenta la acción ambiental, pero no fue hasta el 1983 cuando se creo la Comisión Sobre el Medio Ambiente y Desarrollo liderada por el primer ministro de Noruega, Harlem Brundtland. Quién durante tres años y junto con su equipo realizó estudios, análisis, debates y consultas públicas por todo el mundo logrando la publicación del informe llamado Nuestro Futuro Común en donde por primera vez se define el concepto de Desarrollo sustentable como “el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras, para satisfacer sus propias necesidades.”
Dicha definición engloba dos conceptos. Primero, las necesidades esenciales, en especial de los pobres quienes deberían ser prioridad y segundo, el desarrollo económico y social desde el punto de vista de sustentabilidad.
En la actualidad existen diferentes conceptos que pueden llegar a ser confusos el desarrollo sustentable y el desarrollo sostenible:
DESARROLLO SUSTENTABLE: Consiste en un crecimiento regulado que contiene algunas medidas políticas y sociales para encaminar de manera eficiente los recursos del planeta tierra. Este tipo de desarrollo satisface las necesidades actuales de todos los habitantes del planeta, sin comprometer los recursos del futuro.
DESARROLLO SOSTENIBLE: Radica en un tipo de desarrollo que se puede mantener por sí mismo sin que se vean afectados los recursos del planeta. Este tipo de desarrollo no precisa una intervención humana o exterior, ya que se puede sostener de manera autónoma.
Las diferencias entre ambos términos son casi imperceptibles, pero una se enfoca más a la intervención humana, mientras que la otra definición se inclina hacia una idea de autosuficiencia.
En el 2015, la ONU aprobó la agenda 2030 con una ruta para lograr los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible, una serie de metas comunes para proteger el planeta y garantizar el bienestar de todas las personas. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo, poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible, garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, son algunos de estos objetivos. Estas metas comunes necesitan la implicación activa de las personas, las empresas, las administraciones y los países de todo el mundo.
Ante la llegada del Covid 19 nos enfrentamos a un escenario de crisis sin precedentes, qué esta poniendo en jaque al sistema. Frente a la pandemia nos estamos volviendo más conscientes de nuestra fragilidad, lo que nos permite redefinir nuestros objetivos personales, sociales, económicos, políticos y sobretodo modificar nuestras acciones. Esta situación nos hace replantearnos el éxito en la economía. El caos que vivimos el día de hoy nos da la oportunidad de transformarnos y crear una nueva realidad basada en la sostenibilidad.
El sistema económico tradicional posee una lógica brutal, incluye a quienes necesita y excluye a quienes son más vulnerables. Se torna vital revisar estas reglas que nos gobiernan y buscar criterios más adecuados al género humano, revalorizando conceptos colectivos y de solidaridad.
Se trata de lograr un cambio en el pensamiento para lograr un equilibrio entre economía, ambiente y sociedad. Un sistema que proteja los derechos humanos, la educación de los niños y la vida de los ancianos. Pensar prioritariamente en lo colectivo porque tenemos el mismo origen y vamos hacia un futuro común. El desarrollo en términos de sustentabilidad exige el cambio de los paradigmas y generar a una visión más integral del ser humano.
Hoy más que nunca, cada persona, desde su rol en la sociedad debe aprovechar para una transformación donde el éxito deje de medirse de acuerdo a la economía y se comience a medir por el bienestar de las personas, de la sociedad y del medio ambiente.
Estefania de Garay