
Claudia Sheinbaum en la CELAC: el rostro fuerte de una nueva Latinoamérica
Birmex cuyo origen se remonta a 1981 —a partir de la experiencia del Laboratorio Nacional de Biológicos y la Productora Nacional de Biológicos Veterinarios— se creó con la convicción de que México debía garantizar, por sí mismo, el acceso a medicamentos estratégicos. Se buscaba un país soberano, con capacidad técnica, científica y productiva para no depender de los designios del mercado internacional ni del chantaje de las grandes farmacéuticas.
Pero la corrupta tecnocracia neoliberal que nos gobernó durante décadas pensaba distinto. Su proyecto no era fortalecer al Estado, sino entregarlo en pedacitos. Desmantelaron laboratorios, cancelaron inversión, despreciaron el conocimiento nacional. Transformaron a Birmex de un laboratorio estratégico en una simple bodeguita de paso. Le arrebataron a México su soberanía farmacéutica sin disparar una sola bala, pero con muchas plumas firmando contratos en lo oscurito.
Hoy, como diputado federal por Morena, alzo la voz para denunciar que ese mismo modelo —que convirtió a la salud en negocio y al medicamento en privilegio— está buscando regresar por la puerta trasera. Lo estamos viendo con el reciente escándalo en Birmex: más de 13 mil millones de pesos en sobreprecios, licitaciones amañadas, colusión con empresas privadas, y funcionarios que traicionaron la misión de la institución. Bien hace la presidenta Claudia Sheinbaum en poner orden, nombrar nuevos funcionarios y en exigir responsabilidades.
Que no se confunda nadie: no es Birmex el problema. Es la corrupción. Es el entreguismo. Es el neoliberalismo que sigue infiltrado en las entrañas del Estado. Y no lo vamos a permitir.
En lugar de cerrar o debilitar Birmex, debemos fortalecerlo. Porque sin un laboratorio estatal robusto, no hay sistema de salud universal que aguante. No podemos volver a ser un país mendigo de vacunas, ni sometido a cadenas de suministro extranjeras. ¿Qué pasará mañana si otra pandemia golpea al mundo? ¿Otra vez vamos a esperar sentados a que nos vendan vacunas a precio de oro?
Yo propongo —y lo haré desde la Cámara de Diputados— que se reforme la Ley General de Salud para garantizar que México recupere plenamente su capacidad de producir medicamentos esenciales, vacunas, sueros y biológicos. Que se destinen recursos permanentes al desarrollo de tecnología propia. Y que los responsables del saqueo en Birmex sean investigados, enjuiciados y castigados con todo el peso de la ley.
La soberanía no se discute, se defiende. Y se defiende con hechos, con recursos, con instituciones firmes, pero sobre todo, como lo hace la presidenta de México, con autoridad, liderazgo y voluntad política.