¿Qué nos espera en 2017?

José K/Quadratín

Debate

Morelia, Mich., 8 de enero, 2017.- Para la mayoría de los mexicanos siempre ha sido difícil enfrentarse una realidad compleja y adversa sobre todo el inicio de año. México ha padecido de todo tipo de gobiernos desde hace más de medio siglo: represores, demagogos, corruptos, saqueadores, grises, entreguistas, y alguno totalmente fallido.
En todas estas décadas cambió drásticamente la cultura mexicana. La influencia del vecino país del norte nos volvió más consumidores y menos nacionalistas. De hecho, tenemos al menos dos generaciones de gente bien (de clase-medieros para arriba), que son una especie de gringos nacidos en México, como diría Calos Monsiváis.
Pero tampoco los pueblos, comunidades y colonias populares se salvan de esa tendencia. El mundo de los celulares invadió todos los hogares, incluso los hogares más humildes, porque este objeto representa un estatus, como lo fue la televisión y sigue siendo el automóvil o las trocas.
El 1° de enero es una fecha de mucho significado, incluso, no sabemos cuándo surgió la frase “la cuesta de enero”. Es también el momento de aplicar los miserables incrementos al salario mínimo. En este mes, son las quejas ahogadas e impotentes ante los incrementos a los precios de la canasta básica; y desde hace más de una década, en un país petrolero como el nuestro, los aumentos al precio de la gasolina.
Enero también es una fecha emblemática, el primer día 1994 surgió un levantamiento armado en Chiapas en contra del gobierno salinista. Será también en enero cuando tome posesión uno de los presidentes estadunidenses más agresivo contra México, que es Donald Trump, quien ha dejado clara una actitud racista, ventajosa y abusiva.
Como respuesta tenemos un gobierno mexicano que ha sido más agresivo que el presidente electo norteamericano. Por sus actuaciones y resultados, ha reunido todos los defectos de gobiernos que lo antecedieron. Hay mucho que esperar para este 2017, no obstante, para nuestra desgracia, son muchas las adversidades y pocos los alientos. Pero México da mucho más que eso… hasta que el cuerpo aguante.