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TEXCOCO, Edoméx., 18 de octubre 2016.- Músicos de la montaña texcocana ayudan en campamento a «desintoxicarse de la tecnología» a niños, su esfuerzo va encaminado para que los asistentes dejen de usar sus celulares, tabletas, computadoras y disfruten de la naturaleza, así como de la música, la pintura y otras actividades artísticas.
Esta actividad se realiza en el IV Festival de Música “Vientos de la Montaña» donde se activó un campamento infantil con 170 niños en el parque ecoturístico El Manantial de Santa María Tecuanulco.
“Fue una gran experiencia”, afirmó David Harris, músico veracruzano, que toca el Oboe y ha formado parte de la Orquesta Sinfónica Nacional y la de Minería, quien se dio la oportunidad de convivir con los niños y aportar su música a la pieza teatral “Pedro y el Lobo”, que se presentó a los niños asistentes a este campamento.
Se trató de una gran experiencia al convivir con los niños, inculcarles una disciplina y autocuidado, porque estuvieron solos, lejos de casa, sin las comodidades y lo más importante, sin celulares, tabletas, juegos de video y televisiones, dijo.
“Los invitamos a desintoxicarse de la tecnología, a disfrutar más de la naturaleza, a estar un poco más con ellos mismos, a compartir con sus compañeros y mediante talleres aprender algo nuevo en su vida, enfocado a la música y al viento de la montaña”, dijo Azucena Cisneros Coss, Directora de Cultura de Texcoco quien estuvo a cargo del campamento.
Para el maestro Joel Aguilar Espinosa, lo más motivante fue ver la convivencia de los niños visitantes y los nativos de la montaña, quienes los recibieron con calidez conviviendo y aprendiendo unos de otros, haciendo sentir a los niños visitantes la hospitalidad característica de esta región.
Durante dos días, los 170 niños participaron en los talleres como el impartido por La Orquesta Basura, que enseñaron a los menores a elaborar instrumentos y crear música a través de desechos cotidianos; integrantes del Colectivo Tepito Arte Acá, les impartió dibujo, música, artes escénicas y danza.
Con otro grupo participaron en actividades de senderismo y pudieron disfrutar de la noche de estrellas y de luna llena que coincidió con ese campamento dentro del IV Festival Vientos de la Montaña.