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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de marzo de 2018.- El Papa Francisco presidió este Jueves Santo la Misa de la Última Cena en la cárcel romana de Regina Pacis, muy cerca del Vaticano y que se encuentra situada al lado de un tramo del río Tíber, y en la homilía les animó a servir a todos, incluso a los malvados y odiosos.
El Pontífice llegó a la prisión de Roma a las 4:00 de la tarde en el horario local y tras pasar el control de seguridad y de acceso a la misma, se dirigió a la enfermería, donde saludó a los prisioneros enfermos.
A continuación, celebró la Misa con el rito del lavatorio de pies.
Este año, los hombres escogidos provenían de siete países distintos: cuatro italianos, dos filipinos, dos marroquíes, un moldavo, un colombiano, un nigeriano y uno de Sierra Leona.
Del grupo, ocho eran católicos, dos musulmanes, uno ortodoxo y otro budista, según precisa la Agencia Católica de Informaciones.
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