
Guillotina Política
El cálculo es de 3.5 millones de mexiquenses viviendo en los EUA, de los cuales 1.2 son legales, cuya mayoría de este núcleo salieron de Nezahualcóyotl, Tepotzotlán, Ecatepec, Chimalhuacán y Tlalnepantla, ¿se imagina? Sería, por la cantidad de seres humanos, llevar a toda la población total de Ecatepec, Nezahualcóyotl y Toluca hacia el vecino del norte.
Dicho de otra forma, a nivel nacional las remesas de las y los mexiquenses son alrededor del 7 por ciento del total nacional, una de las más altas de todo el país. Por lo que se debe entender que, sin esta fuerza, sin una de las “patas de la mesa” del dinero en el país y en el Estado de México, no existiría.
Pero estos son números, gráficas que no imprimen el doloroso aspecto de la migración, sus causas, ese desprendimiento de la tierra y la familia, para exponerse, ya sea a la muerte o a la suerte de toparse en estos días con la nueva gestapo gringa, el ICE, actual modismo para no calificar a la migra de lo que es: cazadores de seres humanos por el solo hecho de haber nacido en otro país.
Pero ya lo sabemos, el nuevo orden esculpido en el cerebro del supremacista Donald Trump irá acotando el futuro y con ello, las posibilidades de desarrollo y tranquilidad de esos más de tres millones de mexiquenses, por supuesto, sumados a los poco más de 30 millones de almas tricolores que por allá se baten entre la vida o la deportación. Esos son los dilemas modernos.
Es de tal magnitud el meteoro xenófobo que la presidenta de México ha recurrido a la sabia conseja de no engancharse, pues detrás de la barra se muestra un borracho intoxicado de egolatría, capaz de incendiar a su propio país con tal de no seguir besando el suelo de las preferencias.
Pero frente a este Nerón de copete amarillo, nos obliga a la aplicación de un plan DNIII de apoyo a los migrantes, no de palmaditas o discursos, pues no se trata de comprar el manual de Noroña y su ranchera forma de ridiculizar su cargo como presidente del Senado o la Consejera de Morena en Jalisco, cuyo gusto por el esfínter la hizo ver ridícula frente a el Subsecretario de Estado de los EUA, sumado a la cátedra de albur que nos soltó.
Las y los mexiquenses de allá, tienen que saber que no están solos y es aquí cuando entra la creatividad, pero no de las oficinas de gobierno estatal o municipales, las cuales, ya sabemos, viven su propio encharcamiento intelectual y no alcanzan a sacar “un perro de una milpa”, hablo del poder de las y los ciudadanos del Estado de México, de las organizaciones civiles, de las universidades, de las y los periodistas en sus programas de radio o TV , de las y los “influencers”, de las y los empresarios, toda aquella persona que tenga forma de enviar un mensaje que sea una vitamina, esta suerte de resistencia pacífica. Para ello existen mil maneras de hacer llegar un video, un mensaje, una grabación, un tiktok o algo “pal face” … sí, debemos reconocer que no es suficiente, pero un apoyo moral es fundamental para quienes juegan la ruleta rusa en las calles de las ciudades en los EUA.
Para los que estamos aquí, en este país y no conocemos lo que significa que un cazador de migrantes te respire en la nuca o a tus hijos, es vital que hagamos saber que allá, en esas regiones de los EUA que alguna vez fueron de México (Texas o California) se puede tejer una red de solidaridad y empatía.
Nos necesitan y las palabras que desde aquí construyamos pueden encender el alma de nuestros paisanos en esta terrible noche.
Hagamos que se arroje poesía a esa miseria humana llamada Donald Trump y sus clones de gabinete.
Ellos quieren vulgarizar a la raza humana, nosotros elevemos el tono de esta batalla, con lo que no saben que existe: decencia, decencia como respuesta a su decadencia.