
Mis primeras impresiones del Papa León XIV
Son diez millones de seres humanos que llevan mucho tiempo formados en las filas de las promesas y de bastos laboratorios electorales, diez millones de historias, diez millones de hartazgos. Este ejército abandonado a su suerte y que ahora, gracias a que la federación los volteó a ver, rompen marras con el anonimato para ser considerados dentro de un ambicioso programa de rescate.
Permítame subrayar que esto ha sido gracias a que la presidenta de México y su equipo, tuvo la sensibilidad, que seguro recogió cuando fue Jefa de Gobierno y sabía, siempre supo que era necesario que los páramos del oriente del Estado de México ya no sean la antesala del dolor y el abandono, pues desde hace décadas, los municipios de esa franja, han sido tratados como las cloacas del suelo mexiquense, solo tomados en cuenta como bolsas electorales.
Y la tarea ha sido llevada a cabo por uno de los políticos mejor preparados en toda la geografía progresista, y ojo, no tiene cartera de Secretario de Estado, pero le basta la tremenda sensibilidad y experiencia como funcionario para hacer que las cosas sucedan. Armando Quintero Martínez, el operador (OPERADOR de la presidenta –con altas-), Coordinador del Instituto para el Federalismo y Desarrollo Municipal (INAFED), de la Secretaría de Gobernación y sobre quien ha recaído la complicada tarea de hacer mover un aparato que convoca a miles de funcionarios de todos los órdenes y concentrarlos en una sola dirección: llevar a buen puerto el proyecto de la presidenta y que en Chimalhuacán o Ecatepec se respiren tiempos distintos, con una mejor calidad de vida en todos los sentidos.
“Va a dejar de doler la pobreza urbana del oriente del Estado de México “ha dicho Armando Quintero y la sentencia llega acompañada de un paquete millonario (13 mil 500 mdp para este 2025 y más de 48 mil millones para el resto de sexenio), cuyo programa contempla más de 360 acciones estructuradas que abarcan desde infraestructura hidráulica, drenaje y agua potable, hasta movilidad, seguridad, recuperación de espacios públicos y accesibilidad al parque ecológico del Lago de Texcoco.
En respuesta a la preocupación por la seguridad en los diez municipios beneficiados, Quintero adelantó que ya se instauró un mando único regional y se renovaron varias Secretarías de Seguridad Pública municipal, vaya, en palabras llanas coordinación y Armando entiende muy bien de este tema.
El titular del INAFED, también destacó el nivel de colaboración logrado entre más de mil funcionarios de cinco secretarías federales, cuatro organismos y autoridades estatales y municipales, quienes han sostenido más de 360 reuniones desde octubre pasado.
Lo sabemos, es una bandera muy alta, ambiciosa, porque no se había observado que se unieran organismos, instituciones, capacidades y sobre todo voluntades pilotadas por el INAFED, que implicará la mayor de las observaciones y seguimiento, pues se trata de una cirugía mayor que seguramente no será del agrado de muchos líderes y grupos de poder locales que han vivido de la miseria de sus habitantes, políticos aldeanos con doble moral y que el solo hecho que la artillería federal se coloque en sus parcelas los pondría en alerta, aptos para boicotear cualquier programa de rescate.
Esto incluye, obviamente, a aquellos que, junto con sus cuerpos policiacos aún se encuentran coludidos con el crimen organizado y no falta mencionar a qué municipios nos referimos.
Pero lo que es a todas luces una buena noticia para el oriente del Estado de México, es esta estrategia pública, este realineamiento de programas, de recursos y acciones públicas mandatadas por la Doctora Claudia Sheinbaum y conducida por uno de los mejores pilotos de la tarea pública, que sabe de retos, de cuándo meter las velocidades y es un experto en esto de los caminos, a veces sinuosos, de lo público.