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TEXCOCO, Edoméx., 8 de octubre del 2016.- Con la propuesta de que entremos en un proceso de regularización de las drogas, y que se trate como un asunto de salud pública, en donde la regulación esté a cargo del estado, con políticas de salud pública, de combate a las adicciones y económicas, el senador Alejandro Encinas Rodríguez presentó en la Feria Internacional del libro de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), su libro “Poder y Drogas”.
El legislador dejó expuso que frente al enorme fracaso que ha tenido la política prohibicionista en materia de drogas, y el mayor fracaso a la política de combate a la delincuencia organizada en el país.
Se ha retomado el tema, a partir de año pasado, luego de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), como fue el amparo que se otorgó, a la familia de la niña Grace Benavides para poder acceder a un medicamento para atender problemas de convulsiones derivadas de epilepsia, y otros derechos que otorgó a un grupo de ciudadanos mexicanos para producir la mariguana.
Encinar Rodríguez indicó que el acto prohibicionista no disminuyó la producción de drogas, si no que la incrementó y la diversificó; tampoco abatió el consumo, si no que este se incrementó e incluso ha disminuido la edad el uso de drogas.
Añadió que la política de combate a la delincuencia organizada, lejos de acabar con la producción y la inseguridad, ha empoderado a los grupos de narcotraficantes que controlan amplio territorio nacional y han diversificado sus actividades a otros giros, incluso más rentables como es el cobro de derecho de piso, la extorsión, el secuestro y robo a casa habitación.
“El hecho de que se regularice la droga no implica el incremento de su consumo, esto ha quedado demostrado en los países bajos, en Uruguay, en los estados de la unión americana como Colorado en donde se ha legalizado, y se ha demostrado que no ha habido el incremento en el consumo, por el contrario, entra a una fase de regulación, hay un tratamiento más adecuado de las adicciones donde disminuye la violencia y la inseguridad, en donde los jóvenes no están en el riesgo de caer en manos de la delincuencia organizada, no incurren en el riesgo mayor daño o mayor gravedad”, expreso.
El senador perredista por el Estado de México, durante su exposición señaló que con la política de la guerra contra la delincuencia que inicio Calderón, descabezó a cárteles muy importantes, los llevó a su fragmentación y a que estos se subdividieran en cárteles cada vez más violentos y agresivos que se dedican a otras actividades – ya no de distribución de droga-, a la apropiación de renta publica, a la extorsión, a la renta privada, o la apropiación de producción y distribución a particulares, y a asociar desde la empleada doméstica que se le cobra por entrar a trabajar a un fraccionamiento exclusivo en Acapulco, o al vendedor ambulante que se le cobra derecho de piso y daña a la sociedad, “yo creo que eso ha sido lo peor que ha pasado”.
Según sus estimaciones, “con Calderón existían siete cárteles de la droga, ahora existen aproximadamente 18, y la multiplicidad de bandas locales que no tienen límite”.
A consecuencia de ellos hay el desplazamiento de cerca de 50 mil personas por la violencia que va de la actividad delictiva, “y no son asuntos de 30 o de 300, son articulación que llegan en casos como en iguala a tener halcones por manzana, y otros que son todas esas formas de organización piramidal que se tiene, dese los halcones, distribuidores de droga, narcomenudeo, hasta las bandas delictivas que comenten otro tipo de ilícitos, desde el secuestro, el asalto a casa habitación o la trata de personas.
“El problema es que se ha multiplicado la cadena delictiva, el tipo de delitos que se cometen, y donde el reciclamiento la renovación de muchos de estos grupos de la gente que muere o es detenida crece a gran velocidad porque la pobreza y la necesidad los lleva a vincularse con estos grupos”.
Ante ello, Encinas Rodríguez propuso: “que entremos en un proceso de regularización de las drogas, que se trate como un asunto de salud pública, en donde la regulación esté a cargo del estado, con políticas de salud pública e información sobre el daño que causan las drogas; que se establezcan políticas del combate a las adicciones, para que la producción, control y distribución este a cargo del estado, tanto para lo que el uso medicinal y la investigación científica, como para el autoconsumo, y que no caigan en manos de la delincuencia”.
Por otro lado, hablo de la otra cara de la moneda, que es desmantelar el enorme poder patrimonial económico y financiero que tiene el narcotráfico con actividades de inteligencia; y que se permita una reubicación de la política económica que lleve a una mejor distribución del ingreso y a sacar de las puertas de exclusión a la gran cantidad de jóvenes que ahora están en la desesperanza, en el desamparo que no caigan en las adicciones o ingresan a banda delictivas.
Tras la presentación de su libro, el Senador Alejandro Encinas, firmó algunos ejemplares y convivio con los asistentes, mostrando su bienestar por volver a la que considera su universidad, en donde fue académico orientando a generaciones de jóvenes egresados de esta casa de estudios.