
Logra JC Chávez Jr medio amparo; pero desaparece
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de julio de 2025.– Dicen que en el mundo de la política los cargos no son eternos, y así lo demuestra el inminente relevo de Zoé Robledo Aburto como titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Luego de una serie de controversias y resultados desfavorables en su gestión, el funcionario de origen chiapaneco estaría preparando su salida del instituto. De acuerdo con información en poder de este medio, la presencia del director general del IMSS ha generado incomodidad en Palacio Nacional, atribuida al presunto mal manejo de recursos públicos y a una crisis financiera que enfrenta la institución.
Diversos reportes indican que la administración del IMSS ha sido señalada por deficiencias en infraestructura hospitalaria, falta de medicamentos, carencia de insumos médicos, e incluso deterioro de instalaciones. A ello se suman quejas sobre elevadores inservibles, filtraciones, escasez de personal y quirófanos en malas condiciones, contrastando con el aparente derroche en oficinas centrales, donde se han denunciado elevadores exclusivos, plantillas sobredimensionadas y la contratación de numerosos asesores.
En este contexto, Robledo ha sido excluido de recientes giras presidenciales, como las inauguraciones de hospitales del IMSS-Bienestar en San Luis Potosí y Veracruz, lo que alimenta las versiones sobre su salida. Se especula que presentará su renuncia irrevocable a mediados de julio, y que su lugar podría ser ocupado por Carlos Hernández, funcionario de origen veracruzano.
Aunque su salida estaba prevista para el 30 de junio, habría permanecido en el cargo hasta concluir la quincena de julio, como gesto de cortesía política. Durante este lapso, entregó al Congreso de la Unión un informe sobre la situación financiera del IMSS, el cual recibió fuertes críticas por parte de medios nacionales, lo que provocó mayor tensión en el Ejecutivo.
Para reducir el impacto de la controversia, se habría solicitado que Robledo ofreciera una declaración pública en la que negó la existencia de una crisis, aunque dicha postura fue recibida con escepticismo.
Así, Zoé Robledo finaliza su etapa al frente del IMSS, con una administración señalada por escándalos, presuntas irregularidades, acusaciones de acoso laboral y una percepción general de descoordinación institucional. De acuerdo con fuentes consultadas, sus aspiraciones para dirigir el ISSSTE habrían quedado completamente descartadas.