Cien días de prosperidad compartida
El presidente Peña se siente espiado y recibe mensajes desconocidos. Inédito
Reconoce que es cuidadoso en lo que habla por teléfono
Postura que confirma que algo anda mal en el país
Instruye a la PGR a llevar a cabo una investigación precisa
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Tal vez sin proponérselo o quizá con toda intensión, el presidente Enrique Peña Nieto confirmó que algo anda mal en el país con el tema de la intervención de líneas telefónicas, pues en un evento en Lagos de Moreno, Jalisco, reveló que no se siente seguro en sus llamadas y en ocasiones se sospecha espiado, una postura inédita en la máxima investidura de poder en México.
De acuerdo con el reportaje publicado en el periódico norteamericano, The New York Times, el software “espía” ampliamente comentado, fue adquirido por tres dependencias del Gobierno Federal: la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Procuraduría General de la República (PGR) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación.
Fue en el marco de la inauguración del Parque Industrial Colinas de Lagos, donde buscó desmarcarse de las acusaciones a su gobierno de espiar la actividad personal de activistas, defensores de derechos humanos y periodistas, con el uso del sistema “Pegasus” que se compró en 2011 a la empresa israelita “NSOP Group”, quien de acuerdo con el rotativo de Estados Unidos, fue vendido con la condición de que no fuera utilizado contra la población civil.
“Somos una sociedad que las más de las veces nos sentimos espiados. Yo mismo, como presidente de la República, a veces recibo mensajes cuya fuente u origen desconozco, pero procuro, en todo caso, ser cuidadoso en lo que hablo telefónicamente”.
Y continuó: “no faltará alguien que alguna vez exhiba alguna conversación mía. Ya ha ocurrido, ya ha pasado”. Contundente.
Luego, el mandatario nacional exculpó a la administración. “Nada más falso y nada más fácil que señalar a un gobierno que se dedique a esta actividad. El uso de inteligencia que tiene el gobierno es para mantener condiciones de seguridad para la sociedad mexicana”.
Peña Nieto pidió a la PGR investigar con celeridad lo expuesto por el periódico referido, para deslindar responsabilidades y aplicar la ley, en todo caso, contra quienes levantaron dichos señalamientos que calificó de falsos en contra de su administración.
“Quiero referirme a un tema que está en el debate público, y que yo creo que no escapa a casi ninguno de los que están aquí presentes, se afirmó que el gobierno mexicano espiaba la actividad privada de activistas, de defensores de derechos humanos, de periodistas.
Y aquí quiero afirmar, de manera muy categórica: este es un gobierno democrático, este es un gobierno que respeta y tolera las voces críticas”, aseveró.
El presidente de la República condenó de manera categórica cualquier intervención que se tenga en la vida privada de quienes son activistas y de cualquier persona; pues considero que “no cabe intervenir de manera ilegal la vida privada de ningún ciudadano, eso no cabe en una democracia”.
La tarea que instruyó a la PGR a cargo de Raúl Cervantes tiene el objetivo de determinar, en primer orden, si tienen sustento tales afirmaciones y en segundo lugar, cuál es el origen y la fuente de las mismas.
“Resulta muy fácil señalar y apuntar; resulta muy fácil convocar para que se señale al Gobierno como alguien que espía o como una entidad que espía. Nada más falso que eso. Ninguna de las personas que se sienta agraviada puede afirmar, o mostrar o evidenciar siquiera, que su vida se haya visto afectada, lastimada por esas supuestas intervenciones y por ese supuesto espionaje”, dijo.
Es inédito que el titular del Ejecutivo Federal ponga en duda la contundencia del Estado Mayor Presidencial (EMP) a cargo de la seguridad de la Presidencia de la República y por ende de la Sedena, pues reveló que ha recibido mensajes raros y no se siente seguro en las llamadas telefónicas que realiza, incluso se siente espiado al igual que otros miembros de la sociedad.