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TOLUCA, Edomex., 19 de julio de 2017.- El desarrollo de los niños requiere que duerman bien, un recién nacido duerme 20 horas en promedio, los preescolares de 10 a 12 horas y una o dos siestas, y los niños más grandes de 9 a 12 horas.
El doctor Luis Sergio Ponce Guadarrama psiquiatra adscrito al Hospital General Regional No. 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Poniente explicó que las causas más frecuentes de insomnio en la infancia se refieren al derivado de un mal aprendizaje del hábito de sueño correcto o de la actitud inadecuada de los padres para establecer una buena higiene de sueño.
La mayoría de los niños requieren ciertas rutinas (mecerlos, darles comida, un objeto) para iniciar el sueño o para volver a dormirse cuando se despierta por la noche y en ausencia de esta de esta condición el inicio del sueño se retrasa de forma significativa.
El insomnio por ausencia de límites establecidos se encuentra en conductas que reflejan resistencia al hecho de irse a la cama en forma de protestas verbales, gritos, llanto, pelea, salirse de la cama y demanda repetida de atención.
El insomnio por higiene del sueño inadecuada está asociado a actividades durante el día que impiden una adecuada calidad del sueño y mantenerse despierto y alerta durante el día. Existen actos que conllevan a un estado de hiperalerta como el consumo antes de acostarse de chocolate, refresco, cafeína; la realización de actividades intensas mentales, físicas y emocionales. Asimismo, el uso de tecnologías como la computadora, tablets, videojuegos; condiciones inapropiadas de luz o ruido.
También tener siestas frecuentes durante el día, variaciones en la hora de acostarse puede disminuir la funcionalidad del niño durante el día.
Un sueño inadecuado tiene efectos nocivos para la salud, pudiendo afectar al sistema cardiovascular, inmunológico y metabólico incluyendo el metabolismo de la glucosa y la función endocrina, siendo más frecuente en niños que en niñas.
El especialista detalló que para establecer un diagnóstico a este padecimiento, el insomnio está presente durante al menos un mes, tiene dificultad para iniciar o mantener el sueño además de consecuencias diurnas como fatiga, pérdida de memoria, concentración o atención; problemas sociales, escaso rendimiento escolar e irritabilidad. Las medidas de higiene del sueño comprenden una serie de hábitos de conducta que facilitan el comienzo o mantenimiento del sueño.
Para evitar esta condición el doctor hizo algunas recomendaciones como: levantarse y acostarse todos los días aproximadamente a la misma hora; adaptar las siestas a su edad y necesidades de desarrollo, mantener condiciones como temperatura, ventilación, ruido y luz así como evitar comidas abundantes antes de dormir, actividades estresantes horas previas, evitar la utilización de aparatos electrónicos.