Prosperidad Compartida, la respuesta a la migración

Emilio Ulloa/Quadratin Edomex

El segundo período de Donald Trump, al mando del poder ejecutivo de los Estados Unidos de América, será el mayor reto del gobierno de la Doctora Claudia Sheinbaum. A nadie sorprende la actitud dominante y hegemónica con la que Trump asume la política y más aún la política internacional. Dos retos tiene México enfrente: el problema migratorio y la renegociación del T-MEC.
La migración masiva de centro y Sudamérica tiene causas económicas, políticas y de seguridad que deben abordarse regionalmente, una tarea en que la OEA ha sido omisa. Es necesaria unas discusión seria y responsable de los países de la región. Una conferencia regional para cooperación económica que permita enfrentar las causas de la migración ilegal hacia los Estados Unidos.
Nuestra presidenta Claudia Sheinbaum, ha adoptado una postura firme y proactiva frente a las deportaciones masivas de migrantes que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, plantea realizar una vez que asuma el cargo el próximo 20 de enero. La no subordinación ni la injerencia en los asuntos internos de México son los pilares en la defensa de la soberanía nacional frente a cualquier estrategia injerencista. De forma contundente, la presidenta ha rechazado la criminalización de los migrantes y cualquier intervención en México de fuerzas armadas de Estados Unidos. Ella tiene bien claro, que la respuesta a la migración masiva hacia Estados Unidos está vinculada al pleno desarrollo económico y a la prosperidad compartida en los países de Centro y Sudamérica.
La cancillería mexicana, en voz del secretario de Relaciones Exteriores Juan Ramón de la Fuente, ha criticado contundentemente la nula autocrítica del gobierno de los Estados Unidos respecto a la migración masiva de personas de todas partes del mundo, que cruzan nuestra frontera norte hacia su territorio, y el papel indiferente de las instituciones de seguridad estadounidense en el problema de la violencia relacionada con el consumo de drogas y el tráfico de armas.
En preparación para las posibles deportaciones, el gobierno federal ha implementado diversas medidas para confrontar la realidad que se avecina:
Fortalecimiento de nuestros consulados en Estados Unidos mediante el incremento de la presencia diplomática en centros de detención y procesamiento, y el programa de asesoría legal y vía telefónica para los migrantes.
Desarrollo de herramientas tecnológicas, implementando una aplicación con un «botón de pánico virtual» que permitirá a los migrantes mexicanos alertar a los consulados, a la cancillería y a los familiares de los migrantes en caso de una deportación inminente.
La intención de que los migrantes de otras nacionalidades sean repatriados directamente a sus países de origen, evitando que sean enviados a territorio mexicano.
La administración de la presidenta Sheinbaum, ha subrayado que estas medidas están dirigidas principalmente a proteger y asistir a los connacionales mexicanos y asumir una actitud solidaria con migrantes de otras latitudes.
México se prepara para enfrentar las políticas migratorias del próximo gobierno estadounidense mediante una combinación de fortalecimiento diplomático, desarrollo de herramientas tecnológicas y coordinación con autoridades locales, todo ello con el objetivo de salvaguardar los derechos y el bienestar de los migrantes.
No hay otra ruta que la de la cooperación internacional, está más que probado que cuando los problemas sociales, económicos y políticos tienen una dimensión internacional, no hay otra vía que la actuación conjunta de los Estados Nacionales. Los problemas de violencia, pobreza extrema, crimen organizado y subdesarrollo nos afectan a todos y entre todos debemos resolverlos regionalmente.
Es vital que Estados Unidos se vea en su propio espejo para comprender que la vía de la cooperación económica es la ruta, México lo ha entendido así y por ello la Presidenta de la República hace uso de la ejemplaridad con el apoyo económico y social que requieren los países hermanos de Centroamérica. La ruta de la Prosperidad Compartida y la cooperación internacional es la vía para detener la migración forzada consecuencia de la miseria y la violencia.