
Tratado sobre la estupidez
TOLUCA, Edomex., 23 de julio de 2025. – En medio del silencio de los bosques, el caos de una estructura colapsada o la incertidumbre frente a un cuerpo de agua, tres héroes peludos y su equipo humano siembran esperanza donde antes sólo había angustia. Eureka, Marshall y Mazapán forman el escuadrón canino K9 del Servicio de Urgencias del Estado de México (SUEM), y su labor va mucho más allá de un simple rescate: es una muestra de amor, disciplina y entrega.
Estos binomios, coordinados por la Secretaría de Salud estatal bajo la dirección de la Dra. Macarena Montoya Olvera, han sido entrenados para rastrear personas en zonas de difícil acceso. Su olfato, entrenado con precisión quirúrgica, se convierte en una herramienta vital para hallar señales de vida o rastros que devuelvan un poco de paz a familias que esperan con el corazón en la mano.
Carlos Mazy Chávez, líder del equipo K9, explica que los perros están capacitados para operar en zonas boscosas, estructuras derrumbadas e incluso cuerpos de agua. Su entrenamiento incluye detectar el aroma de restos humanos recientes, una tarea que requiere sensibilidad extrema y control.
“Cada canino tiene un juguete como ‘atractor’ que se convierte en su premio al localizar a una persona. Para ellos, todo es un juego, pero detrás hay una técnica minuciosa que nos ayuda a salvar vidas”, detalla Mazy.
El entrenamiento dura de 12 a 18 meses e incluye caminatas diarias, socialización y constante revisión veterinaria. Ángel Muñoz Martínez, otro de los instructores, asegura que el vínculo emocional con el perro es clave para su desempeño. “Trabajamos también con su estado emocional, deben estar tranquilos y motivados”, afirma.
Este equipo no actúa solo. Opera en conjunto con el Equipo de Rescate Vertical y Alta Montaña, así como con la Comisión de Búsqueda del Estado de México, lo que refuerza su eficacia en terrenos difíciles.
Sandra Torres Yáñez, paramédica e integrante del equipo, recalca que cada misión termina con una revisión exhaustiva de los caninos. “Los liberamos del equipo cuando entran al campo de acción. Necesitan usar sus patas libremente para escalar o excavar. Después, los revisamos para asegurarnos de que estén bien”, explica.
Por su impacto físico y emocional, este escuadrón canino es considerado parte esencial del sistema de salud estatal. No solo localiza personas: devuelve esperanza a quienes han perdido todo.
Con iniciativas como esta, el Gobierno de la Maestra Delfina Gómez Álvarez consolida un modelo de atención humanista, profesional y profundamente comprometido con el bienestar de las y los mexiquenses.
Porque en cada ladrido certero y cada rastro encontrado, hay un mensaje poderoso: la esperanza camina sobre cuatro patas y lleva nombre propio.