La Polémica | ¿Busca Efren hacerse millonario?
Su apoyo a estados y municipios en la materia, es mero discurso
Excelente semana amig@s de Quadratín!
El gobierno de Enrique Peña apoya la Seguridad Pública sólo en sus discursos, mientras esquilma los recursos para combatir la inseguridad a estados y municipios.
El peor año para la seguridad pública nacional fue 2017. Todos los días fuimos testigos de múltiples homicidios ocurridos a lo largo y ancho de la nación, y no existen razones para pensar que las cosas van a mejorar.
Durante el sexenio de Calderón se documentaron más de 120 mil homicidios dolosos; sin embargo, faltando un año para la conclusión de la administración de Peña Nieto, las cifras suman 114 mil casos y es de esperarse que al final del presente sexenio los resultados sean aún más elevados.
Sólo en 2017, más de 30 mil personas fueron asesinadas. Las causas, nos dicen los especialistas, son multifactoriales, pero existen algunas variables bajo la responsabilidad del gobierno federal que se traducen en omisiones evidentes e imperdonables.
Un caso concreto es la reducción de los recursos del Fondo de Aportaciones Federales para la Seguridad Pública de los Estados y el Distrito Federal, mejor conocido como FASP, incluido en la Ley de Coordinación Fiscal, y que tiene por objeto apoyar las labores de las entidades federativas y municipios.
Sus recursos pueden emplearse en la adquisición de equipo de protección, armamento, patrullas, para mejorar los salarios de nuestros policías; sin embargo, la administración de Peña Nieto se ha caracterizado por esquilmar estos recursos a estados y municipios.
Además de irrisorios, durante la administración peñanietista los recursos del FASP se desplomaron, entre los años 2012 y 2018, de 0.19 a 0.13 por ciento del presupuesto federal total.
El Presupuesto de Egresos 2012 fue de 3 billones 706 mil 922 millones de pesos, pero al FASP se destinaron apenas 7 mil 373 millones. Para 2018, de un presupuesto federal de 5 billones 279 mil 667 millones de pesos, tan sólo 7 mil millones se destinarán a este rubro.
Es decir, a pesar de que durante el presente sexenio el gasto de la Federación creció en más de 50 por ciento, los recursos para seguridad pública cayeron, sin considerar la inflación acumulada que significa algo así como 20 por ciento, lo que implica que los recursos no sólo disminuyeron, sino también cayó su capacidad adquisitiva.
Estas cifras revelan la falta de compromiso del gobierno de Peña Nieto con la seguridad pública de nuestros estados y municipios. Lo demás son sólo discursos.