CIUDAD DE MÉXICO, 20 de junio de 2025.- Después de ocho producciones, Vanesa Martín comenzó a sentir la necesidad de renovarse, de no repetirse, de emprender una búsqueda interior que integrara a la persona con la cantautora. Este proceso inició con Placeres y Pecados, su producción de hace dos años, con la que empezó a liberarse y a grabar lo que realmente le apetecía.
Sin embargo, había algo que no terminaba de encajar; no se sentía plena. Por eso, al concluir la gira de ese álbum, cuando le preguntaron cuál sería el siguiente paso en su ascendente carrera, simplemente respondió: “Quiero pensar y reencontrarme”.
Fue entonces cuando la intérprete de éxitos como Hablarán de ti y de mí, y Como un billete de avión decidió aislarse con su soledad para tomar la mejor decisión: reinventarse. Así emprendió una mudanza interna y externa, tanto en lo profesional como en lo personal.
“Decidí renovarme. Se juntó el cambio de disquera con el de management, renové en todos los sentidos, porque eso son los cambios y yo necesitaba uno así. Estaba en el camino de hacer lo que a mí me gusta, sin seguir lo que está de moda. Creo que lo encontré”, comenta.
Así nació Casa Mía, la novena producción de Vanesa Martín. La malagueña de 44 años confiesa, en entrevista exclusiva con Quadratín EMX, que en este trabajo logró regresar a sus raíces con un sonido fresco, moderno y lleno de libertad.
“Conforme iba componiendo las canciones, me fui reencontrando con esa Vanesa de las primeras composiciones, pero ahora aderezada con todos los ritmos que me gustan y que absorbo en mis viajes. Después de ocho discos, ya quería hacer algo diferente, tenía ganas de un álbum como Casa Mía, con ritmos muy variados. Quería salirme de mi membrana del pop-rock y atreverme a fusionarme con otras culturas musicales, pero a la vez mostrarme tal como soy. Y creo que lo logré, pues es el disco más personal de mi carrera, inspirado en emociones profundas como el amor, las despedidas, la libertad y la reconciliación conmigo misma”, explica.
Sabina, su maestro y amigo
Para Casa Mía, Vanesa se dio el lujo de lograr lo que pocos pueden presumir: que Joaquín Sabina la acompañara en la canción No nos supimos querer, donde se mezcla el folclore español con el mexicano, destacando la amistad y complicidad entre ambos.
“Es un ser tan generoso, amoroso, noble… es familia desde hace muchos años. La vida me lo ha regalado y yo estoy agradecida. Tanto que, cuando terminamos de grabar esta canción, me dijo que si Chavela Vargas me hubiera conocido, se habría enamorado de mí”, comenta entre risas.
Romántica y nostálgica
Con una carrera en la que ha tenido que superar obstáculos, modas y la cerrazón de la industria, sabe que todo lo logrado es fruto de su tenacidad: de tocar puertas, de picar piedra desde hace más de 20 años, cuando tomó su guitarra decidida a crear canciones capaces de provocar belleza y emoción en las personas.
Vanesa es de la vieja escuela: defensora del disco de 10 canciones como concepto, metáfora o incluso capricho, pero sobre todo como legado artístico. Agradece al público mexicano que agotó los vinilos en su primera firma de autógrafos.
“Grabar un disco lo veo como una reconexión con mi origen y mi honestidad. Sé que hoy en día la industria va por otro camino, pero yo quiero que mis álbumes permanezcan en la memoria. Estoy feliz de cómo el público mexicano me ha acogido. Aunque apenas comenzamos este idilio artista-fan, yo los quiero por ser tan honestos y entregados”, señala con emoción.
Por ello, en agradecimiento, la creadora de temas como Hábito de ti adelantó que en octubre se presentará en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, y para la primavera de 2026 tiene contemplada una segunda visita que incluirá Toluca.
Aunque reservada con su vida privada, Vanesa confiesa que a su casa solo entra gente muy cercana, pero siempre procura ser una buena anfitriona. “Me gusta agasajarlos con buena música, buen vino, comida y pasarla bien. Pero a mis fans los invito a entrar en esta Casa Mía, donde me muestro tal como soy: una mujer que no se aparta de la honestidad, que no se rige por las modas y que busca que sus canciones sigan generando emociones, ya sea para enamorarse, llorar o sanar”, concluye.