
Guillotina Política
Muchos hablamos bien o mal de la reforma judicial, en el fondo es que la mayoría (en términos democráticos), ni siquiera habla de ella, es más ni siquiera piensa en ella, toma café con ella o va al baño con ella. Todo esto es una clara muestra del principal error de esta reforma y que es: SU FALTA DE COMUNICACIÓN.
Esta reforma fue y es una reforma oculta, escondida, guardada, sin mayores datos. Sin algo más, ¿que le permitan a la gente saber qué es? ¿Qué quiere? ¿Que busca?, ¿para qué sirve? Este gran error fue y es el anclaje sobre el cual se procedió a iniciar un cambio sin precedentes en una de las 3 estructuras básicas del poder en nuestro querido México. Nunca se habló de por qué era necesaria y que se tenía o qué se buscaba lograr con ella, solo se buscó el pleito, la desmesurada de comentarios de los pocos que decían conocerla y que estaban a favor o en contra. Pero en este circo antidemocrático y político, se les olvido, lo más importante: la gente, se les olvido que en toda democracia, no solo es el pueblo quien decide, sino que es obligación de los que gobiernan explicar al pueblo el porqué de las cosas.
No podemos negar, que la reforma judicial, como proceso legislativo (en cuanto a su creación), cumplió con todos los requisitos de ley en su parto y concepción. Pero nunca se le informo correctamente al pueblo bueno para que serviría, este error de comunicación al pueblo es sin lugar a duda el talón de Aquiles que esta reforma tiene y tendrá en el futuro de nuestro País. Los partidos se movieron a favor y en contra, pero nunca se preocuparon por informar de una manera coloquial, el sentido, la necesidad y la justificación de ir a favor o en contra de la misma. Este error fue de ambas partes tanto de los que estaban a favor como de los que estaban en contra. ¿Nunca se pensó que el pueblo para decidir tiene que saber para qué y qué opciones tiene? Todo se justificada en posicionamientos a favor o en contra de quienes estaban en un bando o en otro y nunca en lo que implicaba la reforma como tal, dejándole a la gente el derecho (indispensable) de decidir, pero sin saber que se decidía o para que se decidía.
No quiero polemizar diciendo si es buena, correcta, necesaria, mala, destructiva, innecesaria o cualquier otro calificativo que, a toro pasado, ya no tiene razón de ser. Pero si quiero decir, que debe y tiene que ser una muestra de lo que NO se debe de hacer cuando se quiere, que la gente (el pueblo bueno), salga a las calles a decidir. Es la primera y viene otra juntos con varios estados en el año 2027, para ser decididos por el voto libre de todas y todos los mexicanos y por eso urge que aquellos (todos), los que hoy nos gobiernan entiendan que hace falta dar razones y razones de peso para que la gente pueda y no solo pueda, sino que quiera salir a votar. La democracia tiene que mover cabezas y corazones, para que sea real, tienen que recordar que las personas tenemos cabeza y corazón en el mismo cuerpo.
Una democracia real y moderna, toma en cuenta la dimensión ontológica de sus participantes, considera que las personas son entes libres y capaces de decidir, pero además tiene la obligación de generar una relación público-privada responsable y comunicadora. Este ejemplo de proceso obliga a nuestros actores políticos a hacer un ejercicio de introspección, para que en el futuro no vuelva a ocurrir, la legitimidad de los actos democráticos no radica en los excesivos o paupérrimos participantes de un proceso cualquiera, sino en la que esos pocos o muchos que participen, estén informados, sepan por que participan, para que participan y por consecuencia, cual sería la consecuencia de su NO participación. Si se quiere que más gente diga si o no a algo, como seria el objeto de cualquier democracia moderna, es necesario que se entienda YA que la gente si piensa y si siente. Que dándoles los elementos necesarios ese pueblo además de bueno será informado y participativo, y ese es el objetivo que cualquier gobierno de este tipo (a favor o en contra) quiere o más bien debe querer.
Solo de esta manera podría exigirse a la gente que sea responsable políticamente, dando datos reales. Las generaciones de este siglo son generaciones mucho más informadas, ¿son generaciones que buscan el porqué de las cosas?, son generaciones que exigen en todo explicaciones y explicaciones claras para determinar el sí o por qué no de las cosas. Este es un llamado a TODOS los actores políticos, para que recuerden que este México lindo y querido, ya no es el México de la época revolucionaria, ya no es el México de dos clases en mayoría sin mayor quehacer que cumplir con su día, es un México de jóvenes, de familias, de personas cada día más informadas, más profesionales, mas exigentes y mas necesitadas de razones lógicas y comprensibles que nos lleven a actuar en aras del bien común de nuestro querido País.
México ha madurado y ha crecido y eso es porque su gente, su pueblo hemos crecido y hemos madurado, exigimos más información real y en tiempo, para poder decidir. Exigimos saber, y exigimos respeto a nuestra decisión siempre que esta, se tome de manera informada. Esperemos que derechas, izquierdas, centros, inútiles, útiles, capaces, incapaces, doctos e incultos (es decir todos), que hoy nos dirigen y que están en los distintos niveles de gobierno, entiendan esto. México sabe y puede decidir, solo por favor: comuniquen e informen para que la legitimización de cualquier acto, ley, cargo o proceso no sea sólo la cantidad, sino también la calidad de la participación lo que daría un sentido trascendental al actuar de mexicanos.
El pájaro político