Suman 41 detenidos por Operación Enjambre; será permanente el ejercicio
COACALCO, Edomex., 28 de agosto de 2017.- Se registran al menos tres víctimas por realizar el famoso «Hot water challenge»; es decir, el reto del agua caliente. Son tres menores estadounidenses quienes resultaron con fuertes quemaduras en rostro, cuerpo y tráquea en el último mes, de acuerdo a la prensa de aquel país.
Son «retos estúpidos», declaró tajante Patricia Carreño Salinas, y es mucho decir para alguien que nunca ha pronunciado groserías. Ella es directora de la Fundación Uriel, institución dedicada a la atención de niños quemados con sede en Coacalco, municipio del Estado de México, ubicado en la zona conurbada a la capital del país.
El primer caso fatal del «Hot water challenge» fue el de Ki’ari Pope, una niña de 8 años de edad originaria de Florida, Boyton Beach, condado de Palm Beach, quien a finales de julio al aceptar el reto (impuesto por su primo de la misma edad) de beber mediante un popote un vaso de agua hirviendo, resultó con mortales quemaduras en la tráquea causándole la muerte luego de casi dos meses de hospitalización.
«Hoy en día hay retos estúpidos y juegos tontos donde niños mueren, adolescentes quedan gravemente heridos y con secuelas muy graves», reflexionó Carreño Salinas para Quadratín Edomex.
Por otro lado, el mismo mes, pero en Carolina del Norte el caso de Wesley Smith de 10 años de edad quien resultó con quemaduras en cara y cuerpo a causa de replicar dicho reto en compañía de su hermano, aún se encuentra hospitalizado en Winston Salem Burn Center, donde se comenta que aún requerirá de varias cirugías.
«El reto del agua caliente» fue creado en 2014 pero no fue hasta fechas recientes que se popularizó gracias a los casos registrados con los tres menores estadounidenses. El desafío consiste en verter agua hirviendo sobre sí mismos o sobre algún individuo cercano con la finalidad de grabar en vídeo la reacción ante las inminentes quemaduras.
En un hecho similar Jamoneisha Merritt de 11 años de edad, quien el pasado jueves 3 de agosto terminó hospitalizada en la ciudad de New York con quemaduras de tercer grado en el 85 por ciento de su rostro, gracias a que al acudir a una pijamada con sus amigas una de ellas le lanzó agua hirviendo mientras dormía.
La Fundación Uriel surgió en el año 2012, después de que su hijo, del mismo nombre sufrió quemaduras por una descarga eléctrica en gran parte de su cuerpo. Fue tan grave el accidente que el joven en aquel entonces de 17 años fue trasladado a Galveston en Texas.
Tras más de 20 operaciones, tres meses y medio de internamiento en terapia intensiva y años de recuperación, ahora Uriel vive con su esposa y dos hijas en Corpus Christi, trabaja de mesero en un restaurante.
Para muchos niños sus heridas fueron accidentales, ellos no querían cambiar su vida en un instante, un accidente por quemadura, por más pequeño que sea, algo cambia en tu vida», retoma la mamá de Uriel.
Y lamenta que gran parte de las secuelas por quemaduras se pueden evitar o reducirse con una adecuada atención en los primeros minutos del percance. «Falta mucho por hacer en este tema en las áreas de salud pública del país», remata.