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TEXCOCO, Edomex., 9 de enero del 2017.- “¡¡¡Arrieros pónganse bien los huaraches, que ahí vamos!!!”, fue el grito del arranque del encuentro número XXIII de 53 cuadrillas de arrieros, realizado en San Jerónimo Amanalco, quienes los recibieron en lo que fue un mosaico de color y tradición de los pueblos indígenas.
Fernando Peralta Aguilar, segundo delegado de San Jerónimo Amanalco, y parte de la organización del evento, explicó que cada año se reúnen las cuadrillas que en las fiestas patronales de sus comunidades danzan el baile de loa arrieros, rememorando las centenarias tradiciones heredadas de padres a hijos.
“Con nuestro baile rendimos homenaje a nuestros antepasados, porque en el siglo XVII, los arrieros eran parte importante de la economía y era una actividad que dejaban a los indígenas y nativos”, explicó.
Recordó que José María Morelos y Pavón fue arriero, siendo esta una de las actividades propias de la época.
Desde el medio día del sábado, se dio la bienvenida a las cuadrillas que fueron llegando al pueblo de la Montaña de Texcoco, algunos Zolotepec, Almoloya, Lerma, Capulhuac, Ocoyoaca, Ixtlahuaca, San Felipe del Progreso, y de las delegaciónes de la Ciudad de México como Milpa Alta, Tlahuac, Xochimilco entre otras, para participar en esta magna convivencia con más de siete mil visitantes a quienes el pueblo se organizó para ofrecerles alojamiento y comida.
El domingo fue de baile, para cada cuadrilla, integrada por hombre adulto, mujeres y niños, “los pequeños deben aprender bien el baile, porque serán los próximos danzantes que llevarán nuestra tradición”.
Así en medio de la niebla, comenzó la participación de las cuadrillas de arrieros, en donde la intensidad del frió no se sintió ante el calor humano de los participantes, quienes tras un saludo en Nahuatl, Otomí y Mazahua, se dirigieron a los presentes antes de comenzar su baile.
La variedad de trajes semejantes por ser de manta, pero variandos algunos el color y bordados solo para identificar a las cuadrillas y sus lugares de origen, lucieron en esta comunidad Nahuatl, que con ello buscan preservar sus raíces y tradiciones.
“Aquí nos juntamos para convivir, no es competencia, solo es tratar de mantener este danza de los arrieros, dejar en nuestros hijos el gusto por este baile, por su música, sus trajes, pero sobre todo por no olvidar nuestros orígenes”, dijo Peralta Aguilar.
“Es también una forma de honrar nuestras festividades religiosas, dando muestras del los trabajos que hacían nuestros ancestros hace muchos años”, agregó.
El segundo delegado de San Jerónimo, reconoció el apoyo del ayuntamiento de Texcoco, para estos festejos, dentro del XXIII encuentro de las cuadrillas de arrieros.
“Es un privilegio ser sede de este encuentro cultural, con hombres y jóvenes llenos de calor humano que conviven al ritmo de la música y de la herencia étnica de sus ancestros”, dijo el Secretario del ayuntamiento de Texcoco, Jesús Adán Gordo Ramírez.
Pese al frio y la bruma en la zonas altas, el baile, la fraternidad y amistad de los arrieros se manifestaron entre los asistentes, que pintaron de colores la montaña de Texcoco.
Y este luna, muy temprano, con un último baile, un tamal, pan, atole o café, los arrieros se fueron despidiendo de San Jerónimo Amanalco, agradecidos y contentos, esperando el próximo encuentro fraternal de arrieros, en la sede que en asamblea sea electa para volver a conjuntarse en una sola danza, la de los arrieros.