Asesinan a golpes a jovencita en Toluca
ECATEPEC, Méx. 9 de febrero 2017.- El futuro de los migrantes que regresan a nuestro país tienen como camino trabajar en el campo o en la industria, estableció la Unión Industrial del Estado de México (UNIDEM), pero se necesita urgente que la iniciativa privada y los tres niveles de gobierno desarrollen alternativas laborales.
Para Francisco Cuevas Dobarganes la deportación es un fenómeno que no podrá ser evitado, sin embargo, si no se toman medidas urgentes puede convertirse en un problema de consecuencias impredecibles en materia económica y social, pues de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración en enero fueron deportados al menos 13 mil.
Los migrantes, en su inmensa mayoría abandonaron el país en busca de un mejor nivel de vida, muchos son jefes de familia que dejaron temporalmente a sus padres, esposa e hijos con la intención de, en un principio, mandarles dinero para posteriormente poder incorporarlos a los Estados Unidos, y que ahora pierden todo su patrimonio y certeza jurídica por la política migratoria de Donald Trump.
“La aportación de los migrantes a la economía de los dos países es incuantificable, ya que, en la Unión Americana, dieron prosperidad a las empresas asociadas con el campo y la industria principalmente, y para México representó la entrada de remesas que ayudaron durante muchos años a balancear la cuenta corriente, y contribuyeron a mantener la paridad cambiaria en niveles estables”, detalló el Director General de UNIDEM.
Explicó que, aunque Donald Trump aseguró que la deportación sería en aquellos casos de indocumentados que tuvieran antecedentes penales, pone en riesgo a muchos migrantes, pues pueden ser detenidos por conducir sin licencia, o con alguna falsa, por haber sido deportados anteriormente, que hayan reingresado de manera ilegal, o por presentar cualquier documento alterado o apócrifo para recibir atención médica, estudiar, arrendar o ser contratados.
Así, la mayoría de las personas indocumentadas, caerían en cualquiera de los casos anteriormente mencionados, por lo que no necesariamente habrían tenido que robar, traficar con personas, armas o droga, o cometer otros delitos graves tales como violación, extorsión u homicidio.
La UNIDEM consideró que es vital diseñar programas y entornos que permitan que las personas deportadas, puedan contar con el dinero para subsistir y la esperanza de mejorar, aunque no con el mismo nivel de ingreso que tenían en Estados Unidos, y ello evite que caigan en manos del crimen organizado que les ofrezca ingresos irrechazables por la condición que enfrentan.
“La mayoría de los ahora inmigrantes, cuentan con conocimientos de inglés y tienen diversos niveles de especialización en oficios y labores industriales y del campo. Las alternativas que proponemos, son que algunos sean canalizados a lugares turísticos y una posterior difusión de los destinos turísticos en todo el mundo; ello debe d ir acompañado de un férreo control a la inseguridad, ya que, sin ello, no podríamos incrementar la demanda”, indicó Cuevas Dobarganes.
De acuerdo con el representante de los industriales mexiquenses, aunque el peso está devaluado con respecto a casi todas las monedas del mundo, ello da una ventaja muy competitiva en precios y si se resuelve el problema de inseguridad en destinos turísticos se puede convertir a este sector, con ayuda de los migrantes, en una alternativa que sustituya las apuestas petroleras y automotriz que seguramente podrían contraerse en los próximos meses.
Mientras que otro grupo de migrantes pueden aportar trabajo y conocimientos en actividades agropecuarias en donde afortunadamente México ha encontrado en cultivos alternos la rentabilidad y diversificación que necesitábamos.
“En este sentido nuestro país ha logrado por medio de programas bien pensados el superávit comercial en productos del campo, y con la aportación de los migrantes, se podría potenciar este proceso para beneficio de todos”, apuntó el director de UNIDEM.