EdoMéx impulsa legado de Bienestar Animal: Delfina Gómez
TOLUCA, Edomex., 06 de mayo de 2018.- La crisis en el Sistema Penitenciario Mexiquense continúa, prueba de ello es que en los últimos seis meses suman siete hechos violentos; en menos de 30 días la autoridad ha registrado dos internos muertos en condiciones sospechosas, aunque bajo el mismo patrón: colgados en los baños.
De acuerdo al Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) 2017, las cárceles del Estado de México obtuvieron una calificación de 6.31; persisten problemas de hacinamiento, autogobierno y déficit de servicios.
El 31 de octubre del 2017, la Secretaría de Seguridad estatal (SSEM) al mando de Maribel Cervantes Guerrero enfrentó el primer incidente desde los penales mexiquenses, conductas que no se han contendido, ni erradicado.
Este fin de semana se dio a conocer el fallecimiento de un reo en el penal de Otumba, Tepachico, su cuerpo fue hallada colgado; un hecho similar ocurrió en la cárcel de Barrientos, Tlalnepantla, el 1 de abril.
En el estudio que realizó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), dio cuenta que Tepachico, una de los 11 penales evaluados, obtuvo una calificación de 6.75.
Entre las deficiencias encontradas, destacan acciones de cogobierno o autogobierno; presencia de actividades ilícitas; presencia de cobros (extorsión o sobornos); deficiencia en los servicios de salud, entre otras.
El 5 de abril, la SSEM reconoció la última riña en el centro de Molino de las Flores, Texcoco, con saldo de un lesionado.
No obstante, desde octubre ocurrió el primer hecho violento en la cárcel de Neza Bordo, en la que se desnudó una banda de extorsionadores y obligó una serie de reubicaciones, entre ellas la de Luis Alberto “N”, alias “El Tatos o El Tato”.
Posteriormente, ocurrieron otras cuatro riñas y motines, la del 16 diciembre en Chiconautla, Ecatepec, que arrojó un total de dos muertos.
A finales de enero, la SSEM dio a conocer sobre la presunta evasión del reo Gerardo González Soto, procesado por violación, aunque días después fue encontrado dentro del mismo penal de Santiaguito.
En dicho periodo, el gobierno del Estado de México con apoyo de la federación, ha reubicado a 149 presos con perfil alto de peligrosidad, a cárceles de otras partes del país.