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CIUDAD DE MÉXICO., 10 de abril de 2025; Muchas personas con enfermedades reumatológicas utilizan suplementos para aliviar los síntomas. Los pacientes que más lo utilizan son los pacientes con fibromialgia, artrosis, artritis reumatoide y S. Sjögren. El volumen de negocio de estos suplementos es mil millonario.
Usted pueden encontrar remedios para cualquier tipo de síntoma: Dolor, inflamación, fatiga, prevención de artrosis, o la osteoporosis, pero ¿Realmente son eficaces y seguros?
Revisiones sistemáticas y artículos originales sugieren que se necesita investigaciones de alta calidad sobre su eficacia, ya que en el mejor de los casos, los niveles de evidencia son mínimos o moderados.
Estos productos no tienen niveles de evidencia de alta calidad, porque quienes los comercializan no quieren gastar dinero para financiarlos, les resulta más fácil y económico gastarlo en campañas publicitarias sobre sus bondades no confirmadas.
La mayoría de estos productos, no son supervisados por la Administración sanitaria en cuanto a la calidad de su fabricación o que, en su etiquetaje concuerde con lo que contienen. En estos productos en algunos casos, se han encontrado contaminaciones con metales pesados o su ingesta provocó hepatitis medicamentosa.
Suelo preguntar a mis pacientes, si toman alguno de ellos, pues algunos pueden ocasionar interacciones con el tratamiento farmacológico prescrito.
SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS
Son un producto básico en muchos hogares, pero ¿son útiles? “Los suplementos vitamínicos individuales no proporcionarán ningún beneficio a menos que la persona tenga deficiencia de una vitamina o mineral específico”.
VITAMINA D. Esta vitamina similar a una hormona, que se adhiere a los receptores de las células inmunitarias para reducir la inflamación, fue el suplemento dietético más popular entre los pacientes de reumatología. La deficiencia de vitamina D es común en personas con artritis reumatoide, lupus, enfermedad de Sjögren, espondilitis anquilosante, esclerosis sistémica y fibromialgia y sobre todo síndrome de Ehlers Danlos. El tratamiento con corticoides, la diabetes, y la obesidad, igualmente suponen un riesgo para la deficiencia.
Los suplementos de esta vitamina pueden reducir el dolor y los reactantes de fase aguda, por lo que en la práctica clínica resulta útil la determinación rutinaria de esta vitamina.
ÁCIDO FÓLICO. Los pacientes que toman metotrexato deben tomar suplementos de ácido fólico al objeto de evitar los efectos secundarios hepatotóxicos o mielosupresión.
VITAMINA B12. Los médicos deberíamos evaluar los niveles de vitamina B12 en las primeras etapas del proceso de diagnóstico de las enfermedades reumatológicas. Tanto la anemia perniciosa, como la fatiga pueden simular los síntomas de enfermedades reumáticas. La esclerosis sistémica provoca alteraciones gastrointestinales y deficiencia de Vitamina B12
VITAMINA E. La deficiencia de vitamina E es poco frecuente en adultos sanos. Sin embargo, algunas afecciones médicas, como la enfermedad inflamatoria intestinal y los trastornos de malabsorción, pueden aumentar la probabilidad de deficiencia de vitamina E. En la AR, un suplemento de vitamina E podría ayudar a reducir la inflamación a través de la reparación de la barrera intestinal. No obstante, este suplemento puede aumentar el riesgo de sangrado en dosis superiores a 1000 mg/d.
VITAMINA A. Al igual que la vitamina E, su deficiencia es poco frecuente. Ocurre más frecuentemente en personas con problemas pancreáticos, hepáticos o gastrointestinales crónicos. En el síndrome seco, el S. de Sjögren puede mejorar las molestias oculares. La cantidad diaria recomendada de vitamina A es de 900 μg. Los suplementos en dosis altas pueden causar toxicidad, lo que resulta en síntomas y problemas gastrointestinales como letargo, somnolencia, aumento de la presión intracraneal y cambios en la piel.
SUPLEMENTOS PARA LA ARTROSIS
Estos compuestos se encuentran y se sintetizan en nuestro organismo por los condrocitos. La pregunta es si su ingestión produce beneficios.
GLUCOSAMINA Y CONDROITINA. Son los productos más populares que toman los pacientes con artrosis Los estudios con estas sustancias informan que los mismos reducen la pérdida del cartílago de la rodilla y alivian el dolor en comparación con el placebo Sin embargo los efectos sobre su eficacia, son controvertidos por estudios internacionales que demuestran que no mejoran al placebo y no son capaces de evitar el deterioro del cartílago. La glucosamina podría incrementar el efecto anticoagulante de la warfarina.
COLÁGENO. Un suplemento cada vez más popular para el cabello, la piel y las uñas, algunos suplementos de péptidos de colágeno o de colágeno hidrolizado también incluyen afirmaciones sobre la salud de las articulaciones. Dentro de nuestros cuerpos, el colágeno ayuda a construir las articulaciones. Como suplemento, aún no se ha llegado a una conclusión. Una revisión sistemática de 19 estudios en el International Journal of Rheumatic Diseases sugirió que se necesita más investigación para determinar si los suplementos de colágeno son perjudiciales o útiles en la artrosis o la artritis reumatoide. Los estudios no han demostrado efectos adversos y las dosis suelen oscilar entre 2,5 y 15 g/d.
OTROS SUPLEMENTOS
ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3. El aceite de pescado es un suplemento muy vendido y podría ser útil en enfermedades reumatológicas inflamatorias. Mejorando el dolor, los reactantes de fase aguda, el estrés oxidativo y mejorar los niveles de lípidos. No obstante, este producto se puede consumir de forma natural con el consumo de pescado azul y semillas como el chia, lino, o nueces. Como efectos secundarios: Incrementan la acidez gástrica y el mal aliento. También pueden incrementar los efectos anticoagulantes en pacientes que de por sí ya los toman.
PROBIÓTICOS. Aumentar la cantidad de bacterias buenas en el intestino puede ayudar a combatir los efectos de las enfermedades reumatológicas como el lupus, la artritis idiopática juvenil, la psoriasis, la enfermedad de Sjögren, y la esclerosis sistémica, pero también de otras enfermedades como la celiaquía, la enfermedad inflamatoria intestinal o la esclerosis múltiple. El problema con estos productos, es que los estudios que pudieran avalar su eficacia no son de alta calidad. Por lo que más que la compra de los mismo, es más recomendable el consumo dietético de productos probióticos como el yogur, el kéfir, el chucrut, kimchi, tempeh, el miso y la kombucha, así como conjuntamente la toma de alimentos prebióticos como el plátano, la cebolla, las alcachofas, los espárragos, la avena, el puerro y el ajo.
COENZIMA Q10 (CoQ10). Este antioxidante se produce de forma natural en nuestras células y se produce a través de la fermentación microbiana para su uso en suplementos dietéticos. No existen estudios sobre su eficacia en las enfermedades reumáticas (AR, FM, SAF) por algunas de las vías funcionales del CoQ10: Disminuir actividad inflamatoria, mejorar la disfunción mitocondrial, mejora de la función endotelial y mediadores protrombóticos y proinflamatorios.
MELATONINA. Esta hormona, que suele promocionarse como una ayuda para dormir, tiene actividades inmunológicas y antiinflamatorias que podrían beneficiar a las personas con enfermedades reumatológicas. Una revisión de estudios de 13 artículos que incluían a 533 pacientes en Clinical Nutrition ESPEN concluyó que la melatonina puede ayudar a mejorar el sueño, el dolor y el estado de ánimo en la fibromialgia, la artrosis y la osteoporosis, pero no en la artritis reumatoide. Los efectos secundarios fueron mínimos, pero algunas personas experimentaron náuseas, somnolencia, pesadillas o dolores de cabeza. Es probable que las dosis de 5 a 6 mg/día sean seguras para la mayoría de los adultos.
LOS ANTIOXIDANTES DERIVADOS DE LAS PLANTAS
CÚRCUMA Y CURCUMINA. Los curcuminoides podrían inhibir las enzimas que producen prostaglandinas y reducir la inflamación articular, al eliminar los radicales libres. La cúrcuma no se absorbe bien por el aparato digestivo y puede provocar diarrea. Se han comunicado efectos hepatotóxicos en pacientes que toman conjuntamente cúrcuma y metotrexato.
CARDO MARIANO (SILIMARINA). Esta planta con flores se suele comercializar como un suplemento que favorece el hígado, pero las investigaciones también sugieren que es prometedora en el tratamiento de la artritis reumatoide y la artrosis. Este suplemento podría ayudar a través de sus propiedades inmunomoduladoras, antiinflamatorias, antioxidantes y antiapoptóticas. Las dosis de 250 a 750 mg parecen ser seguras. Pueden producirse efectos secundarios como gastroenteritis, diarrea, hinchazón y dolor de cabeza.
BOSWELLIA SERRATA. Procedente de la resina de un árbol que crece en regiones secas y montañosas de Asia y África, la Boswellia serrata puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez de las articulaciones y mejorar la función articular en la artrosis, Los compuestos de Boswellia serrata pueden inhibir la 5-lipoxigenasa, una enzima involucrada en la producción de leucotrienos inflamatorios. En algunos estudios, los usuarios han informado efectos secundarios gastrointestinales.
JENGIBRE. El jengibre es un suplemento herbario popular entre las personas con AR. Los estudios preclínicos sugirieron que los compuestos fenólicos de esta raíz picante (gingeroles), reducen la inflamación a través de múltiples mecanismos. Una dosis segura es de hasta 2-2,5 g/kg de peso corporal.
RESVERATROL. Presente en las uvas rojas y el vino tinto, este compuesto es particularmente bueno para bloquear las enzimas COX-2, un paso importante en la cascada inflamatoria, Y pueden mejorar el dolor y la inflamación.
CANELA. La canela se suele comercializar como un elemento que reduce la glucosa en sangre y favorece la salud de los huesos. La canela puede reducir el dolor al inhibir la prostaglandina y mitigar la inflamación al reducir la liberación de ácido araquidónico de las membranas celulares. Los problemas gastrointestinales y las reacciones alérgicas se encuentran entre los efectos secundarios más comunes.