Tras agresión de custodios al Fofo, lo cambiaran de penal
CHIMALHUACÁN, Edomex., 31 de enero de 2025.- A simple vista parecen viviendas comunes, sin embargo, tras sus muros se esconden peligros latentes que podrían desatar una tragedia en cualquier momento, ante la complacencia de las autoridades municipales, denuncian vecinos.
En las colonias Olivos y Luis Córdoba Reyes, operativos recientes han revelado la alarmante presencia de gaseras clandestinas, depósitos ilegales de gas LP que representan un riesgo inminente para cientos de familias que, sin saberlo, conviven diariamente con una amenaza explosiva.
En un predio de la colonia Olivos, las autoridades municipales encontraron 12 cilindros de gas almacenados de manera irregular. En otro inmueble, una pipa de gas y tanques estacionarios operaban sin las mínimas medidas de seguridad.
En la colonia Luis Córdoba Reyes se hallaron 20 cilindros más, que, aunque aparentemente estaban vacíos y destinados a reparación, permanecían en un entorno inadecuado, convirtiéndose en un foco de peligro.
La presencia de estas instalaciones clandestinas no es solo una violación a la normativa urbana, sino una grave irresponsabilidad que pone en riesgo la vida de quienes habitan en los alrededores, señaló Telesforo García, vecino de la colonia. “Un solo error, una chispa accidental o una fuga de gas no detectada podrían desencadenar una explosión de magnitudes devastadoras, similar a las tragedias que han enlutado a comunidades enteras en el pasado”, agregó.
Rosalba Ramírez, vecina de la colonia El Olivo, dijo que el peligro no se limita a los inmuebles donde se almacena el gas de forma ilegal, ya que la distribución clandestina implica maniobras riesgosas: pipas que circulan sin regulación, cilindros en mal estado que pueden presentar fugas y conexiones improvisadas que aumentan el riesgo de incendios y explosiones. Además, la falta de control sobre la calidad del gas y el estado de los tanques pone en peligro a los propios consumidores, quienes podrían estar adquiriendo cilindros defectuosos sin saberlo.
Las denuncias de los vecinos de estas colonias han sido clave para detectar estos puntos de almacenamiento ilegal, pero el problema va más allá de clausurar una o dos instalaciones. La existencia de estas gaseras clandestinas responde a un mercado negro impulsado por la demanda y la falta de opciones accesibles para muchas familias. Mientras la necesidad de gas doméstico continúe siendo un factor económico crítico, estos negocios seguirán operando en la clandestinidad, poniendo en jaque la seguridad de comunidades enteras.
Telesforo García puntualizó que la tolerancia a estas prácticas es un riesgo que no se puede permitir. La comunidad debe permanecer alerta, denunciar cualquier actividad sospechosa y exigir medidas más estrictas para erradicar esta amenaza. No se trata de esperar a que ocurra una tragedia para tomar conciencia, sino de actuar antes de que una explosión arranque vidas y hogares en un instante.
La amenaza de las gaseras clandestinas no es teórica. El pasado 15 de enero de 2025, una explosión sacudió la colonia San Pablo en Chimalhuacán, resultando en la trágica muerte de dos personas y dejando once heridos. Las investigaciones revelaron que la detonación se originó por una acumulación de gas en una vivienda que operaba como taller clandestino de pirotecnia