
Quiere Raptors abollar la corona de Caudillos
TOLUCA, Edomex, 11 de mayo de 2024.- La manera en que Antonio Mohamed celebró una vez que el árbitro pitó el final del juego no era para más, y es que el sufrimiento, la angustia, y los fantasmas que rodaron por el Estadio Nemesio Diez durante los 90 minutos del juego -pensar que podían quedar eliminados- era una loza muy difícil de quitarse; mayor aún cuando tenían un jugador menos y la presión del rival era fuerte.
Por eso la euforia que mostró con sus jugadores y con la afición. Saberse en semifinales era justificado, y es que los Diablos exorcizaron el mal de año de no acceder a una semifinal después de mucho tiempo, aunque reconoce que la labor fue de sus jugadores que entregaron el alma en el juego de vuelta donde vencieron dos goles a uno a Monterrey para empatar el global que les daba el pase por mejor posición en la tabla.
“El equipo jugó con el corazón en la mano, que era lo que pedía el partido; con agallas. Un agradecimiento a los futbolistas, pero ahora viene lo más importante y tenemos que seguir”, dijo Mohamed un poco más relajado en la sala de prensa.
Aunque también es autocrítico con lo que pasó en el terreno de juego, el estratega sabe que hay que ajustar ciertas cosas ya que la semifinal puede ser más dura, pero confían en seguir con la meta de llegar a la final y buscar el ansiado campeonato para la institución.
“No nos podemos quedar con esto, aunque sí es algo que el grupo tenía atragantado y que el mismo se debía por las dos eliminaciones anteriores, y a pesar de las dificultades el equipo tuvo la personalidad para poder sacar este partido ante un rival de tanta jerarquía”, externó.
Sobre el sentimiento que le genera ganarle a los Rayados equipo que dirigió dijo que “con respecto a Monterrey, pero que hoy quiere que gane al padre, soy profesional y quería ganar, y ahora estamos felices porque creo que nos lo merecemos el grupo está feliz”.
Con garra y mucho corazón
El triunfo de Toluca sobre Rayados fue un choque que tuvo de todo, llegadas, emociones, dramatismo y sobre todo… llegada a ambas porterías en la que los locales eran los obligados a sacar el resultado por la desventaja, por eso desde el inicio salieron con todo para ese gol que les daba el pase.
Todo parecía que salía bien cuando al minuto 30 el arquero mexiquense Luis García lanzó un pase a la banda izquierda hecho para Alexis Vega, que con el pecho controló, recortó al centro, y con determinación burló a dos rivales para meterse al área entre los marcadores, mandando el disparo que venció Esteban Andrada y que le dio la ventaja de 1-0.
Sin embargo, la noche se le vino al Diablo cuando tres minutos después Antonio Briseño se hace expulsar, complicando el accionar y aunque se fueron al descanso con la ventaja, en la segunda parte Rayados se fue al frente y al 48′ Roberto de la Rosa empató. Sacando el disparo que fue desviado por la defensa mandando el balón a las redes dando el empate a la visita que le aseguraba el pase a semis.
Toluca tuvo la virtud de no desesperarse y se fue al frente con orden y al 68’ vino la recompensa cuando en un tiro de esquina Paulinho remató solo ante la mala marca de los defensas norteños para que de certero cabezazo metiera el esférico a las redes para desatar la locura en el estadio que parecía que se caía.
A partir de ahí los muchachos de Mohamed fueron inteligentes para manejar el juego y aunado a la inoperancia ofensiva que mostraron los de la Pandilla, el defender el empate global que les daba su boleto a semifinales por mejor posición de la tabla fue complicado, pero con mucha valentía.
Ahora Toluca esperará a su rival en semifinales.