
Presionan a Delfina Gómez para que capture a asesinos de Ximena y José
… Estos inmigrantes chinos enfrentaron de inmediato un fuerte racismo y resentimiento por parte de mineros y obreros blancos, que los veían como competidores dispuestos a trabajar por salarios más bajos. El prejuicio se exacerbó en épocas de recesión económica, convirtiendo a los chinos en chivos expiatorios de problemas como el desempleo y la caída de salarios…
La retórica nativista los acusaba de ser culturalmente inasimilables y una amenaza para la “pureza” anglosajona. Bajo presión de agitadores locales (como el influyente sindicato Workingmen’s Party en California, cuyo lema era literalmente “¡Los chinos deben irse!”) y políticos oportunistas, el gobierno federal adoptó la primera ley migratoria de exclusión por motivos étnicos en la historia de EE.UU.: la Ley de Exclusión de Chinos de 1882 que prohibió la entrada de trabajadores chinos al país y negó la naturalización a los ya residentes, lo que constituyó un evidente nativismo anti-asiático.
Correlativamente, desde 1880, aumentaron las migraciones desde Italia, Polonia, el Imperio austrohúngaro, Rusia y otras regiones del sur y este de Europa, cuyos integrantes profesaban las religiones: católica, ortodoxa rusa, ortodoxagriega y judía; comunidades que enfrentaron prejuicios por su religión, por su idioma y cultura diferentes, e incluso por teorías seudocientíficas que los clasificaban como razas “inferiores” o menos civilizadas que los anglosajones.
En efecto, en el siglo XIX surgieron las teorías eugenésicas, que consistían en argumentos apoyados artificiosamente en principios de la biología darwiniana como la teoría de la evolución para afirmar que: “… al igual que los animales y plantas podían mejorarse mediante selección, también se debía controlar la reproducción humana para «fortalecer la raza» mediante el fomento de la reproducción de los “aptos” (blancos, europeos) y el impedimento de la proliferación de los “no aptos” (todos los demás)”.
Entre 1900 y 1930, la Unión Americana se convirtió en el líder mundial del movimiento eugenésico; Instituciones como la American Eugenics Society y la Carnegie Institution’s Eugenics Record Office financiaron investigaciones y promovieron campañas públicas de esterilización forzada, restricciones migratorias (como la “Johnson Reed Act” de 1924, que, limitó la entrada a inmigrantes considerados “inferiores”, como los judíos, italianos, eslavos y asiáticos) y leyes que prohibían el matrimonio interracial (como la Virginia Racial Integrity Act de1924) que prohibía el matrimonio entre blancos y personas clasificadas como “de color”, incluyendo afroamericanos y nativos americanos. Clasificaba racialmente a todas las personas; establecía la llamada “regla de una sola gota”, según la cual, una sola gota de sangre negra convertía a una persona en “no blanca”.
La eugenesia fue el instrumento legitimador para reforzar la supremacía WASP (White Anglo-Saxon Protestant), élite social que se consideraba la única y legítima heredera del “proyecto americano”.
Sin embargo, La National Human Genome Research Institute (NIH) (cuyo presupuesto ha sido recortado recientemente), publicó el 18 de mayo de 2022, en su página oficial, una nota informativa, bajo el título Eugenesia y racismo científico, en la que nos revela que:
La eugenesia es una teoría inexacta vinculada a formas históricas y actuales de discriminación, racismo, capacitismo y colonialismo. Ha persistido en políticas y creencias de todo el mundo, incluido Estados Unidos.
Y agrega que: la eugenesia es una teoría científicamente errónea que sostiene que los seres humanos pueden mejorarse mediante la cría selectiva, basada en una interpretación equivocada de la genética mendeliana. Sostiene, de forma incorrecta, que rasgos como la inteligencia o el comportamiento, así como enfermedades complejas, se heredan de manera simple. Su aplicación ha causado graves daños, especialmente en poblaciones marginadas, y no fue un movimiento marginal: desde el siglo XIX, líderes e intelectuales de todo el mundo promovieron políticas eugenésicas con base en actitudes racistas y xenófobas. Muchas de estas ideas persisten en Estados Unidos.
Volviendo al tema; el sentimiento nativista en Estados Unidos evolucionó hasta conformar un amplio frente político-social que impulsó restricciones migratorias significativas. Esta alianza llevó a importantes cambios legislativos, como la Ley de 1917, que exigía alfabetización en inglés para limitar la entrada de inmigrantes del sur y este de Europa, considerados incapaces de ser “buenos ciudadanos”. Tras la Primera Guerra Mundial, se implantóun sistema proporcional por origen nacional con la Ley de Cuotas de Emergencia de 1921 y la ya citada Ley de Inmigración de 1924 (Johnson-Reed), que favorecieron a inmigrantes del norte y oeste de Europa y restringieron drásticamente a los de otras regiones consideradas “ajenas”, como Europa del sur y este y Asia.
Lorena Boissoneault en la publicación digital de: Smithsonian Magazine del 26 de enero de 2017, nos señala, con relación a ese fenómeno político-legislativo que:
… los inmigrantes asiáticos fueron excluidos de la naturalización debido a su condición de no blancos. «Personas de diversos grupos y afiliaciones, desde el Ku Klux Klan hasta el movimiento progresista, los aristócratas tradicionales de Nueva Inglaterra y el movimiento eugenésico, se encontraban entre los extraños aliados en la campaña para detener la inmigración considerada indeseable por los estadounidenses blancos tradicionales», escribe el sociólogo Charles Hirschman sobre principios del siglo XX. «La aprobación de restricciones migratorias a principios de la década de 1920 puso fin a prácticamente toda la inmigración, excepto la proveniente del noroeste de Europa».
CONTINUARÁ