Guillotina Política

El Pantano de la UAEMEX

¡Citoyens!

Si creían que las ciénagas del poder político se limitaban a la tradicional clase política mexiquense, permítanme desengañarlos. La pestilencia de la intriga y la corrupción ha infestado incluso los supuestos templos del saber: las universidades. Y hoy, la Guillotina Política posa su frío acero sobre la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), un microcosmos de podredumbre que refleja, con obscena fidelidad, los vicios del abuso de poder y la corrupción.

Por más de 40 días, la UAEMex ha sido escenario de un paro estudiantil que es un grito de guerra. No son "grupos desestabilizadores", como los cínicos del poder pretenden disfrazar la realidad. Son estudiantes hartos de la farsa. Exigen el voto universal para elegir a su rector, la gratuidad educativa (¡qué desfachatez pedir lo que debería ser un derecho!), comedores dignos y espacios libres de la violencia que permea hasta los claustros académicos. Y mientras el "Consejo Universitario" se declara en "sesión permanente" –eufemismo para prolongar la agonía y desgastar el movimiento–, la verdad es que su sordera es directamente proporcional a la opacidad de sus manejos.

La renuncia del exrector Carlos Eduardo Barrera Díaz, el pasado 13 de mayo, no fue un acto de nobleza, sino la caída inevitable de una ficha carcomida. Pero que nadie se equivoque: su salida no limpia el pantano. Solo expuso las profundidades de la mierda. Ahora, con un "encargado del despacho" en el timón y el proceso electoral cancelado o pospuesto, la comedia se recicla. Se acusa, con pruebas que claman al cielo, de "campañas negras" para imponer sucesores, de desvíos de recursos y de una opacidad financiera que debería avergonzar hasta al más descarado de los funcionarios. ¿Cómo se explica un salto de 245.9 millones de pesos en 2023 a 1,300.6 millones en 2024 en "Otros Gastos y Pérdidas Extraordinarias"? ¿En qué cloaca se evaporó ese dinero? La Auditoría Superior de la Federación (ASF) dice que "auditará" y ha detectado "irregularidades". ¡Qué palabra tan pulcra para nombrar al robo!

La UAEMex, esa institución que debería ser un faro de conocimiento y ética, se ha convertido en una arena de pugnas políticas y un pozo sin fondo para el erario. Las voces que claman por la transparencia y la verdadera autonomía son acalladas o ignoradas, mientras las élites universitarias, con sus privilegios y sus pactos oscuros, se atrincheran en sus feudos. Se habla de "La Rapiña de la UAEMex" por parte de intereses partidistas, y nadie que tenga dos dedos de frente puede ignorar la sombra del poder externo que busca controlar hasta el último rincón de esta casa de estudios.

Esta es la universidad del Estado de México. No es un claustro de pensamiento; es un campo de batalla. La Guillotina Política no tolerará más esta farsa. El saber no puede florecer en la corrupción, ni la autonomía en la sumisión. Las demandas de los estudiantes no son caprichos; son la voz de la conciencia, que se niega a ser silenciada.

La cuchilla está levantada. El primer corte, en este pantano universitario, ha sido hecho.

Con el acero de la razón y la furia de la verdad,

Robespierre.