Balazos en el pie
El veneno para Margarita
El curso que ha tomado la idea del Frente Amplio Opositor nos demuestra que se trata de una artimaña de Ricardo Anaya para frenar a Margarita Zavala en el PAN.
Puesta sobre el escritorio de un politólogo, la propuesta del Frente merecía una oportunidad pues era teóricamente correcta. En los hechos está demostrando que se trata de otra cosa.
Margarita se tragó el anzuelo y apoyó un Frente que no tiene pies, pues no va a caminar, pero sí tiene cabeza: la que planeó frenarla.
Allá Margarita Zavala y sus consejeros, pero alguien que sí le entiende a estas cosas de la malicia política, Ernesto Cordero, dijo que martes que el Frente “es una vacilada”.
Cordero entendió la trampa. Hoy y en adelante solo Anaya estará en los reflectores en su intento por articular un Frente Opositor para derrotar a Morena y al PRI, mientras Zavala deberá esperar en el limbo a que concluyan las negociaciones.
Anaya encontró la manera de quedarse en el cargo y tomar ventaja por ello, pues sería ilógico que dejara la presidencia del partido cuando apenas comienzan los trabajos para formar ese gran Frente. Él encabeza la idea y él va a llevar las negociaciones.
El éxito de Margarita estaba en su capacidad de enfrentar a Ricardo Anaya y someterlo a una contienda pareja por la candidatura presidencial de su partido.
Ocurrió lo contrario: se sometió a los tiempos de Anaya. El queretano la doblegó.
Lamentablemente para muchos, el Frente Amplio -o su idea-, probablemente va a traer por consecuencia que no veamos a Margarita Zavala en la boleta electoral.
Y el Frente mismo no va a caminar. O si lo hace será rumbo a la derrota.
En el PRD no van a salir a votar por un candidato del PAN, salvo el grupo Galileo, cuyos ilustres y apreciados líderes y seguidores no llenan una mesa de restaurante.
Ya lo dijo el líder de la poderosa corriente ADN en el PRD, senador Luis Sánchez: “si se empeñan por llevar un candidato presidencial panista, nuestra expresión (tribu) se retira del Frente pues lo que éste necesita es un candidato ciudadano”.
Un candidato del PAN no pasa por el PRD. No es lo mismo una alianza para ganar una gubernatura, donde se trata fundamentalmente de administrar, que gobernar al país, que implica tener un proyecto de nación.
Un segmento de la población considera al PAN como una reserva moral para el país, que se desdibuja al lado del PRD.
Y no veo a esos panistas votando por un perredista, con toda la mala fama ganada por ese partido en Iguala, en la Línea 12, Leche Betty y el narcotráfico en Michoacán y Guerrero, el clientelismo con los adultos mayores, el control de ambulantes, las invasiones de terrenos, su apoyo a Maduro…
Si van juntos, el PRD se va a desfondar porque su militancia correrá hacia Morena en lugar de darle un voto al PAN.
¿Un independiente con credibilidad? Sería una excelente alternativa para julio próximo.
Pero no va a pasar, porque las ambiciones personales no lo van a permitir.
Y mientras tanto veremos a Ricardo Anaya al frente del PAN, en el centro de los reflectores, y a Margarita a la espera de “los tiempos del partido”.
Se los chamaquearon. Sólo una postura enérgica de Margarita en contra del Frente y de Anaya la iba a poner en la boleta presidencial.
Pecó de ingenua ante Anaya. Le gano su buena fe. Y si eso pasa frente a un político emergente –aunque astuto- como el queretano, qué podemos esperar ante un tiburón como el verdadero rival, López Obrador.