Balazos en el pie
A través de los tiempos se ha dicho que los hombres son más infieles que las mujeres, esto me haría pensar que los hombres son infieles solitos, sin embargo para que haya un hombre infiel también hay una mujer infiel, pues regularmente cuando un hombre comete una infidelidad, la mujer con la que está siendo infiel también lo sabe, por tanto son infieles ambos.
Además hoy en día ha incrementado el número de mujeres que le son infieles a sus parejas, sucede que ha habido tanta apertura en cuanto a la libertad para expresar la sexualidad, que me parece que este tema no sólo es alusivo a los hombres.
Ahora bien, regularmente las mujeres infieles mantienen casi en secreto su infidelidad, y digo casi en secreto porque la naturaleza propia de la mujer no le permite mantener en secreto sus cosas, siempre o casi siempre tiene a una aliada o confidente que está enterada de lo que hace, además de que es muy mal visto que las mujeres sean infieles, y no porque sea correcto, sino porque estamos en una sociedad en la que todavía el hombre que conquista a muchas mujeres al mismo tiempo es visto como un seductor, conquistador o lo que antes era un “don juan”, de hecho es motivo para presumirlo con sus amigos, entre más mujeres conquiste, más aumenta la admiración por parte de sus cuates. Por el contrario, las mujeres que conquistan a más de un hombre a la vez es muy mal vista, incluso por las propias mujeres, ya que se convierte en una amenaza para sus amigas, pues éstas piensan que también pudiera conquistar a sus parejas.
Pero todo lo anterior en cuanto a la infidelidad de las mujeres, es sólo consecuencia de los cambios que ha sufrido la sociedad. Sin embargo, y espero que al escribir esto no me quieran golpear algunas mujeres, sí hay diferencias en la infidelidad de un hombre y la infidelidad de una mujer.
Eric Anderson, autor del libro “La brecha de la monogamia: Hombres, amor y la realidad del adulterio”, menciona que los maridos que engañan a sus esposas lo hacen porque las aman. Cualquier mujer pensaría que esto no puede ser, es sólo que la idea de la monogamia para ellos no es tan fácil de alcanzar.
Incluso algunos hombres infieles piensan y dicen que no han dejado de amar a su mujer, que si así fuera ya habrían terminado esa relación, pero que en ocasiones los cambios que ocurren dentro de su vínculo de pareja ha modificado la dinámica que tenían en cuanto a su relación sexual, sobre todo cuando ya han tenido hijos.
Dicen ellos que la llegada de los hijos les hace muy felices, pero que lamentan que su vida sexual se haya visto alterada, debido a que las nuevas mamás dividen su atención y tiempo hacia los hijos.
Ahora bien, las mujeres que deciden cometer una infidelidad, en su mayoría, se involucran sentimentalmente, lo que hace más difícil que dejen esa relación o bien, que la tomen como una aventura.
¿Y por qué entonces algunas de esas mujeres siguen con el marido?, porque en muchos de esos casos hay intereses económicos de por medio, lo cual hace que ellas se queden por más tiempo con su pareja, aun cuando le sigan siendo infiel.
¿Y usted de qué lado está?
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