Balazos en el pie
Maltrato hacia la mujer, los hay de todos tipos, física, emocional, económica y sexual. Actualmente las estadísticas (47.1%, INEGI) nos muestran que los índices de maltrato hacia las mujeres son muy altos, y no sólo en México sino en el mundo, por tanto, ¿cualquier mujer puede ser víctima de maltrato por parte de su pareja? Afortunadamente la respuesta es no.
Cuando al fin algunas mujeres maltratadas tomaron la decisión de terminar con una relación agresiva, quienes tuvieron la fortuna de contarlo, al hacer el recuento de las historias, se puede observar que los tintes de violencia y agresión, en su mayoría, ya aparecían desde la etapa del noviazgo, pero en esa etapa la percepción hacia las conductas agresivas son distintas, por tanto el significado y dimensión que se le da a cada una de ellas es responsabilidad de la mujer, desde dónde y hasta qué está dispuesta a “tolerar” con tal de no perder a su pareja.
Pero ¿cómo darnos cuenta desde el noviazgo que se está con una persona agresiva?, cuenta una joven de apenas 20 años, que inició con su novio desde que estaban en la secundaria, – en un principio él se portaba muy bien conmigo, muy cariñoso, sólo que siempre ha sido muy celoso, nunca le ha gustado que yo salga con mis amigos. Yo ahora ya estoy en la universidad, él no terminó de estudiar, a veces se va a trabajar a otro estado y ayer que regresó, me volvió a decir que su mamá le dice que me ve con otros hombres, pero eso no es cierto, bueno sólo me fui con mis amigos a comer, pero eso fue todo. Él me dice que mejor terminemos, pero yo lo amo y lo pienso pero siento que me muero si no estoy con él-.
Otra mujer profesionista y su pareja también. Relata que su novio es una persona extraordinaria, sólo que a ella no le gusta cuando él toma, porque tanto él como su familia se ponen “mala copa”, a veces discutimos fuerte, yo le digo sus cosas, porque yo también se las digo, pero esta vez ya llegó al límite, me empujó y me lastimó, ya no quiero estar con él, me voy. Dos meses después, -lo estamos intentando de nuevo, ya estoy otra vez con él, de hecho nos mudaremos juntos-.
Una joven muy guapa, universitaria, tiene un novio que consume drogas, la vigila constantemente, un día que ella salió con sus amigas de viaje, de pronto el novio se hizo el aparecido en el lugar, con el pretexto de que la extrañaba mucho, ella se vio “obligada” a invitarlo al paseo pues dijo que le pareció una linda sorpresa.
Muchas mujeres se quejan de los novios, que si las celan, que no las dejan vestirse de tal o cual manera, que se enteran que les son infieles, que les gritan, incluso han sido un motivo importante para que dejen algún trabajo o proyecto porque él no estaba de acuerdo.
Por tanto, al menos en estos casos, como en muchos otros el problema no radica en la pareja agresora, sino en las mujeres que permiten el maltrato, y es que no se dan cuenta que el verdadero conflicto por resolver está dentro de ellas, no se valoran lo suficiente como para creer que una relación de pareja consiste en crecer juntos, que habrá diferencias, por supuesto pero no tienen que manejarse de manera conflictiva, sino que hablarlas es la mejor forma, ya sea para decidir si son situaciones que se pueden resolver entre los dos, o bien, se den cuenta que tales diferencias son tan grandes que es mejor no estar juntos.
Terminar con el maltrato hacia las mujeres, es tarea precisamente de nosotras las mujeres. Confiar en lo que somos capaces de hacer, querernos, valorarnos y no permitirnos estar en una relación de conflicto, así como no encapricharse con las parejas, evitar querer tener el control, sólo depende de nosotras.
Y a las mamás y papás de jovencitas que se encuentran en relaciones conflictivas, el diálogo y la confianza son las mejores armas para ayudarlas a tomar mejores decisiones a la hora de decir “sí”.
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