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TECÁMAC, Edomex. 10 de diciembre. – El traslado del cobalto 60 que era llevado en un camión de Tijuana al tiradero nuclear de Temascalapa, no cumplía las mínimas normas de seguridad, ya que no era escoltado y carecía de sellos de advertencia para alertar de que contenedor no se podía abrir por la radioactividad, señaló Mateo Martínez Urbina, comisionado nacional de Protección al Medio Ambiente por el Frente Mexicano Pro Derechos Humanos.
Dijo que un material radiactivo no puede ir así sólo, si no se trata de cualquier cosa, debe tener vigilancia especial, sellos que indican radioactividad y responsable de la autorización del traslado.
Recordó que este tipo de material es llevado al Centro de Almacenamientos de Desechos Radioactivos (CADER) en Temascalapa, que por cierto ya debe de ser cerrado por acuerdo de la Cámara de diputados en San Lázaro.
Dijo que en 1997 se ordenó el cierre del tiradero nuclear en ese punto del Estado de México, pero ningún gobierno federal ha hecho caso omiso a pesar del riesgo que es tener ese material cerca de poblaciones.
«Hay niños jóvenes con cáncer y niños con labio leporino en la zona en la que está el tiradero nuclear», advirtió el doctor Mateo Martínez Urbina, a establecer que ahí se sepultaron varias personas con cobalto 60.
La Comisión Nacional de Seguridad Nacional Nuclear y Salvaguarda anunció en 1990 que el basurero nuclear de Temascalapa estaba a 80 por ciento de su capacidad, lo que significa que actualmente ya debe de estar a su máxima capacidad, pero no ha sido cerrado como acordó el Congreso en 1997.