Balazos en el pie
Nadie merece esto, ni siquiera Martha Hilda
“Los pueblos tienen el gobierno que se merecen”; esta frase de Gaspar Melchor de Jovellanos, creo que puede ser usada a la perfección en el caso del municipio de Toluca, donde cada semana se demuestra fehacientemente que lo que menos tenemos es gobierno.
Me queda claro que lo que presumimos en esta demarcación es poseer un grupo de personas que piensan que hacen gobierno, cobran como si lo hicieran, pero no tienen la menor de las ideas de cómo se tiene que hacer.
Y es que es un espectáculo verdaderamente lamentable que a pesar de contar con varios miembros de partidos opositores al que actualmente ostenta el gobierno, nunca se ha podido presenciar, por lo menos en el pasado mediato, una discusión que vaya más allá de “me parece, yo creo, yo intuyo”, pero en el fondo éste ha demostrado ser un cabildo que mucho le quedó a deber a la gente.
Panistas, perredistas, petistas, hoy más que nunca han conformado un verdadero grupo opositor que tiene una sola encomienda; hacer la comparsa que hoy por hoy necesita la alcaldesa de la capital mexiquense Martha Hilda González Calderón, y que sin duda mucho agradece.
Temas que tienen que ver con la gobernabilidad política, la estabilidad financiera, la capacidad de respuesta a la población, han dejado de ser caldo de discusión objetiva para los ediles que ganan de sus emolumentos lo que muchos ni siquiera están preparados para gastar, hay varios de ellos que literalmente se sacaron la lotería con ese cargo y, por ende, ahora cada que se sientan en sus pequeñas sillitas ocurre exactamente lo mismo; no saben cómo invertir su capital político.
A veces estar presenciando las sesiones de cabildo podría resultar hasta divertido si no fuera porque lo que se está discutiendo es precisamente el devenir de esta ciudad capital y donde muchos hemos visto pasar gran parte de nuestras vidas.
Nadie de los integrantes del cabildo toluqueño tiene temas de discusión con nivel, ninguno ha demostrado hasta el momento el poder ir más allá del comentario sarcástico, la monserga sin sentido o el reaccionar con encono a tal o cual actuación del gobierno local en temas que muchas veces sólo competen a sus grupos políticos.
Esto sin duda coloca a la alcaldesa en una situación inmejorable, fríamente y sin emplear mucho ejercicio político ha podido y la han dejado manejar el cabildo a su reverendo antojo, nadie tiene las alturas suficientes para hacerle frente a una aplastante mayoría que sólo está basada su estrategia de poder en el número que representan.
Lo cierto es que en Toluca ya no hay oposición, ya no hay partidismo, no hay líderes sociales, me refiero únicamente al interior del cabildo toluqueño.
Los pueblos tiene el gobierno que merecen y ese cabildo sin temor a equivocarme no lo merecemos, nadie lo merece, ni siquiera Martha Hilda.