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MÉXICO, D.F., 19 de junio de 2014.- El niño abandonado en abril en la carretera México-Pachuca, y que falleció el 9 de junio, no tenía heridas de arma punzocortante, sino mordidas de animales; así lo señalaron los peritajes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM).
Carlos Gabriel, de dos años y ocho meses, fue encontrado con al menos 100 heridas en el cuerpo, por lo que fue trasladado al Hospital de Balbuena, cuyo director dijo que las lesiones fueron causadas por un arma punzocortante.
Sin embargo, la PGJEM tomó el caso porque el niño se extravió en la entidad mexiquense, y concluyó que sus lesiones fueron causadas por mordeduras de perro, señala Reforma.
El 22 de mayo, el entonces procurador mexiquense Miguel Ángel Contreras adelantó esos resultados de los peritajes: «El origen de las lesiones que el menor presentaba habían sido producidas por un cánido; es decir, un perro o varios perros», señaló Contreras.
Sin embargo, el reporte del Hospital de Balbuena señalaba que el niño presentaba traumatismo encefálico severo, politraumatismo con heridas múltiples punzocortantes y cortes presentes en todo el cuerpo; además de contusión pulmonar.
La madre del niño declaró ante el Ministerio Público del Distrito Federal que el niño estaba a cargo de su padrastro cuando supuestamente se perdió; además, informó que el hombre no ha sido localizado.