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CHALCO, Edomex., 25 de agosto de 2014.- Este lunes, a las 17:00 horas, vecinos de Chalco se reunirán con el presidente municipal Francisco Osorno Soberón para pedirle que no derribe el kiosco que se encuentra en el jardín municipal, el cual tiene más de 80 años de existencia y representa un símbolo de unión para las diferentes generaciones de familias de la región.
El kiosco se construyó en 1937, en lo que fue un pozo de abastecimiento de Chalco, y desde entonces es un lugar de esparcimiento para las familias que llegan a pasar un rato al jardín municipal.
En su estructura interior existe un valioso mural que relata una parte de la historia prehispánica de Chalco, el cual presenta diversos grados de deterioro por falta de mantenimiento.
Los vecinos se han organizado para impedir que el kiosco desaparezca con el proyecto de remodelación de la zona centro de Chalco, que promueve el alcalde Francisco Osorno, pero cuya realización no fue consultada con la población.
A través del grupo en Facebook «Salvemos el kiosco de Chalco», los defensores de este símbolo histórico del municipio convocaron a que este lunes, en punto de las 17:00 horas, los asistentes lleguen de blanco y con una vela, ya que se tiene pensado hacer una valla humana, mientras se dialoga con el presidente municipal.
Las autoridades municipales ya colocaron una malla alrededor del jardín municipal donde se va a realizar la obra de remodelación, incluso, el kiosco ya está desmantelado, pero será esta tarde cuando se sepa si lo derriban o no, de acuerdo al resultado del diálogo de los vecinos y el alcalde de Chalco.
Con la remodelación del jardín municipal, Francisco Osorno inicia la primera etapa del cambio de imagen urbana de la zona Centro; sin embargo, los vecinos mostraron desacuerdo, ya que con la primera fuente saltarina que construyó en la calle Tizapa, hace un par de meses, hubo fallas, pues éstas no funcionan.
El edil quiere construir una fuente similar frente a la alcaldía, pero el proyecto no ha sido dado a conocer públicamente y mucho menos se sometió a consulta entre los vecinos, para aceptar o rechazar la destrucción del kiosco y el jardín municipal.